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Crítica de "Los vencejos", de Fernando Aramburu

"No voy a durar mucho. Un año. ¿Por qué un año? Ni idea. Pero ese es mi último límite. Amalia, en el apogeo de su odio, solía reprocharme que nunca he madurado. Las mujeres poseídas por el rencor suelen escupir este tipo de improperios. Mi madre también odiaba a mi padre y esto yo lo comprendo. Él también se odiaba a sí mismo, de ahí su propensión a la violencia. ¡Vaya ejemplo nos dieron a mi hermano y a mí! Nos educan de puta pena, nos rompen por dentro y después esperan que seamos cabales, agradecidos, cariñosos, y que prosperemos".

Fernando Aramburu llevaba cinco años sin publicar, desde "Patria", uno de los grandes éxitos de la Literatura Española de las últimas décadas, donde ofrecía una visión poliédrica y necesaria del conflicto vasco. Dio lugar a una valiosa serie de HBO, que también logró una buena aceptación, por lo que su nuevo trabajo había generado grandes expectativas –que nunca son buenas–. Acierta el autor donostiarra al desmarcarse bastante de su anterior novela, pues salvo algunas alusiones a la barbarie (aquí al yihadismo del 11-S) poco tiene que ver con aquélla. Gira en torno a la crisis de la mediana edad en la época actual.

"Hay una reflexión sobre dos cuestiones que me preocupaban, no para resolverlas en forma teórica sino para aplicarles una historia", señala el autor en una entrevista en La Razón. "Una de ellas es la situación en la que queda un varón maduro en esta época de «post-patriarcado», y la otra no era tanto el suicidio, como la circunstancia en que una persona sabe de antemano el día y la hora exacta de su muerte. Lo que presupone que, tomada la decisión de quitarse la vida, tiene que haber unos cambios en su consideración de las cosas".

Tusquets publica en España "Los vencejos", en edición de 704 páginas en tapa dura, que sale a la venta al precio de 23,75€., y tapa blanda, por 21,75. También está disponible en versión digital para descargar para Kindle, por 11,39€.

Sinopsis de "Los vencejos", los últimos días

Toni,  profesor de Filosofía en un instituto, cincuentón, y hastiado de la vida, ha decidido que se suicidará en el plazo de un año, cuando lleguen los vencejos de primavera. Hasta ese momento se deshará poco a poco de sus pertenencias, pondrá en orden sus asuntos, y sobre todo redactará a diario en su piso de La Guindalera en Madrid –donde reside junto a Pepa, su perra– anotaciones en las que recuerda sus experiencias. 

Escribe sus recuerdos sobre la traumática muerte de su progenitor, marcada por la indiferencia de su madre, harta de él por sus numerosas infidelidades, y que ya anciana y aquejada de Alzheimer ha tenido que ser ingresada en una residencia, pese a la oposición inicial de Toni, su hermano. También sobre el duro divorcio de su esposa, Amalia, y la complicada relación con su hijo, Nikita, que se ha hecho un tatuaje de una esvástica nazi en la espalda, para no ser menos que los componentes de su grupo de amigos. Y transcribe las conversaciones en el bar de Alfonso con Patachula, su único amigo, al que apoda así porque tuvieron que amputarle una pierna. Inesperadamente, reaparece Águeda, una mujer del pasado de Toni, mientras que de vez en cuando alguien le coloca en su buzón mensajes anónimos.

Crítica de "Los vencejos", completo retrato de la España actual

Si los vencejos a los que se alude en el título vuelan pero no tocan tierra, así que guardan distancia con el ser humano, el personaje central se revela como un misántropo que también quiere apartarse de sus semejantes. Resulta todo un hallazgo, pues a través de él el autor reflexiona en tono sarcástico, con mucho humor negro, sobre numerosos asuntos de actualidad. Se hace hincapié en la masculinidad posterior al #MeToo –sin olvidar el problema de la violencia de género– y en la situación política, marcada por el ascenso de partidos extremistas, y la radicalización de los nacionalistas. 

Aquí se moja bastante el autor –quizás sea lo más valioso del libro–, pues en sintonía con su obra precedente critica la ineficacia de los políticos y reparte tortas a los distintos signos. De esta forma, se arriesga a que no le acepten ni desde la izquierda ni desde la derecha. Por el contrario, ganará adeptos entre quienes se consideren librepensadores. No faltan las críticas despiadadas a especuladores inmobiliarios y al esperpento en que se han convertido los medios de comunicación, que explotan sucesos dramáticos como el asesinato del niño Julen, y ofrecen una visión del mundo sesgada por el prisma ideológico de la línea editorial. 

No falta una denuncia de la homofobia, y un sentido lamento por las continuas e ineficaces reformas educativas, que cada vez empeoran más la situación. Todos estos asuntos han provocado en el protagonista un desencanto vital fácilmente reconocible por el lector. Abundan los pasajes desagradables, que se disfrutan pero generan inquietud y una sensación de incomodidad, y la incorrección política, en especial en lo relativo a un personaje femenino al que le gusta el sexo en grupo pero luego realiza acusaciones infundadas. 

Tienen fuerza los secundarios, en especial Patachula, con una visión de la vida distinta a la del protagonista, por lo que resulta ser un buen contrapunto (resulta curioso que pese a su simpatía vote a Vox, y no se sabe cómo sentará eso a los críticos). Una novela tan ácida puede ofrecer la falsa impresión de que va a resultar pesimista. Pero nada más lejos de la realidad, pues acaba convirtiéndose en una celebración de la vida, que a pesar de sus puntos negativos también ofrece momentos impagables, sobre todo los más sencillos, como la primera sonrisa de un hijo, pero también la oportunidad de leer buenos libros. Constata que pese a la abundancia de personas mezquinas, también existen almas desinteresadas que merecen la pena. Apuesta además por el amor como vehículo de transformación e instrumento para dar sentido a la existencia.

No resulta fácil sobrevivir a un éxito tan descomunal como el de "Patria". Pero con este volumen, se confirma que seguimos teniendo Aramburu para rato. No gustará a un público tan amplio, pero a una selecta minoría le apasionará.


Reseña de "Los años extraordinarios", de Rodrigo Cortés

"Mi madre contaba que se salía del cuerpo por las noches, cuando mi padre dormía. Y que luego se paseaba por la casa. Decía qué, gracias a Dios, nunca veía a nadie, que siempre estaba sola, como si el mundo se vaciara. Nunca le hablé de mis fantasmas. Nos contaba que a veces viajaba. Que había estado en La India y que no le había gustado. "Está todo sucio y huele como a pimentón", decía. A veces entraba en la casa de los vecinos y se enteraba de cosas. Abría los cajones, revolvía la cocina. Una vez se trajo una cuchara preciosa con la empuñadura de nácar, se despertó en la cama con ella en la mano, muy contenta. "Voy a usarla mucho, decía". "Para la mermelada". También había estado en Madrid. Había visitado Londres. "Por encima". A Pontevedra no iba".

A Rodrigo Cortés (Cenlle, Orense, 1973) se le conocía sobre todo como realizador de cine, pues despuntó con su segunda película, la brillante Buried (Enterrado), de 2010, bastante arriesgada al tener una única localización, el interior de un ataúd. Después ha revalidado su talento para el cine con Luces rojas (2012) y Blackwood (2018), y se ha convertido en el hombre de moda para los apasionados del Séptimo Arte y la música con los podcast "Aquí hay dragones" y "Todopoderosos". Como escritor, ha incursionado en los 'antiaforismos' y 'breverías', con "A las 3 son las 2" (2013), y "Dormir es de patos" (2016), y ya había publicado una novela, "Sí importa el modo en que un hombre se hunde" (2013).

"Por razones naturales, soy antes escritor que cineasta en un sentido puramente cronológico, por las dificultades de acceder a un oficio como el del cine que en la infancia parece inabordable", explica en una entrevista publicada en El Mundo. "Es tan fascinante como el deseo de ser astronauta. Luego cruzas esa línea imaginaria... Pero amo la palabra. Siempre lo he hecho. Incluso como director de cine, siempre he cuestionado la sentencia de que una imagen vale más que mil palabras. Son oficios completamente distintos. En el cine, el personaje se muestra a través de la acción, a través de sus decisiones, de las cosas que hace, y no tanto de lo que dice. Mientras que en la literatura, el personaje se piensa, se reflexiona y se accede al mundo a través de su mirada".

Literatura Random House publica "Los años extraordinarios", en edición en tapa blanda, de 354 páginas, que sale a la venta al precio de 17,95€. También está disponible en versión .mobi para descargar para Kindle, por 8,54€

Sinopsis de "Los años extraordinarios", una vida diferente

Memorias escritas en primera persona de Jaime Fanjul, que vino al mundo en Salamanca, en 1902, durante el reinado de Carlos VII, en un día de viento, como le recordaba siempre su madre, una mujer capaz de salirse de su cuerpo, que murió de forma prematura. Su padre, tercera generación de una familia de dueños de una mercería, no soporta la idea de que el chico no quiera seguir sus pesos y hacerse cargo del negocio, y le irrita que le robe el sombrero. Tendrá un único hermano, Benito, y tres hermanas Andresita, Elena y Elena II, pues le pusieron el mismo nombre tras el fallecimiento de su predecesora.

Tras aprobar la reválida de la época, Jaime deja a los suyos para viajar a Madrid (una de las dos capitales de España, junto a Espuria) en busca de fortuna. Durante los años siguientes, vivirá todo tipo de peripecias, se enamorará de Justine, la esposa de su George, su socio en un negocio de bicicletas viejas, que se convertirá en madre de sus hijos, y visitará lugares como Nueva York, Camboya, etc.

Reseña de "Los años extraordinarios", esperpento valleinclanesco

Resulta complicado encontrar un talento renacentista, que salga airoso de sus incursiones en distintas disciplinas. Se puede poner como ejemplo a Woody Allen, genial realizador que sin embargo escribe cuentos mediocres, y su reverso, Paul Auster, memorable escritor que fracasa como realizador de cine. Pocos casos como el de Fernando Fernán Gómez, capaz de ambas cosas. Sin entrar en comparaciones, que ni falta que hacen, asombra el caso de Rodrigo Cortés –que como aquél también escribe columnas para ABC–. Sería fácil relacionar su escritura satírica con la de Jonathan Swift, aunque sobre todo enlaza con la tradición de españoles, herederos de Quevedo, como Enrique Jardiel Poncela, Rafael Azcona, o el teatro de Miguel Mihura, con el que tiene en común un fondo bastante dramático pese a una apariencia cómica. Y sobre todo planea la sombra del esperpento de Valle-Inclán.

Salvando todas las distancias posibles con los autores mencionados, Cortés exhibe un estilo propio e inclasificable que desde este momento le ha granjeado un espacio propio, así que con un poco de suerte seguirá escribiendo más volúmenes. El autor no decepciona, a ritmo de un par de párrafos ingeniosos por página, y sobre todo no para de lanzar torpedos contra defectos típicos de los españoles. Y sobre todo, deja con ganas de más. Tiene mérito que según sus declaraciones, haya escrito gran parte del texto durante el rodaje de uno de sus largometrajes, pese a las exigencias que conlleva ejercer como realizador de cine.

Utiliza las frases con la precisión de un relojero, sobre todo con el objetivo de hacer reír (pocos libros lo consiguen de verdad), pero también para dar que pensar. Tiene mérito que la trama se sostenga, y que mantenga al lector en constante ansia de saber más, pese a su surrealismo desatado. Y eso que la trama incluye la llegada del mar a Salamanca, una guerra entre Alicante y el resto de España, una alternancia de repúblicas españolas y monarquía cada treinta años, un rey carlista, o una peculiar versión de la Segunda Guerra Mundial donde a Hitler le sustituyen por un antiguo actor de teatro llamado Wegener. Ante tamaños hallazgos, resulta difícil encontrar párrafos desdeñables.

Resulta curioso que si alguna vez este relato se llevara al cine, nadie pensaría en Rodrigo Cortés como el autor a priori más indicado para ocuparse de la realización, ya que no puede ser más diferente de su cine. Hace falta darle vueltas a la cabeza para encontrar un nexo de unión, pero da igual, ni falta que le hace.



Crítica de "Tomás Nevison", de Javier Marías

“Yo fui educado a la antigua, y nunca creí que me fueran a ordenar un día que matara a una mujer. A las mujeres no se las toca, no se les pega, no se les hace daño físico y el verbal se les evita al máximo, a esto último ellas no corresponden. Es más, se las protege y respeta y se les cede el paso, se las escuda y ayuda si llevan un niño en su vientre o en brazos o en un cochecito, les ofrece uno su asiento en el autobús y en el metro, incluso se las resguarda al andar por la calle alejándolas del tráfico o de lo que se arrojaba desde los balcones en otros tiempos, y si un barco zozobra y amenaza con irse a pique, los botes son para ellas y para sus vástagos pequeños (que les pertenecen más que a los hombres), al menos las primeras plazas”.

Javier Marías ha aprovechado el aislamiento del coronavirus para terminar su nueva novela. "Si leer una novela puede ayudar a abstraerse, más todavía escribirla, aunque sea tarea infinitamente más lenta y ardua", comenta en una entrevista. Durante el confinamiento estricto, y más tarde, "Tomás Nevison" fue un refugio durante unas horas al día.

Parece que entre otras cosas pretende desenmascarar la hipocresía social que nos invade. "Casi todo el mundo gusta de pensar bien de sí mismo, y que sería incapaz de matar a sangre fría, bajo ninguna circunstancia. Pero mucha de esa gente no se inmuta cuando por ejemplo la policía mata a un terrorista que acaba de matar a transeúntes pacíficos o aún los está matando. Más bien siente alivio".

Alfaguara publica "Tomás Nevinson", en edición en tapa blanda, de 688 páginas, que sale a la venta al precio de 21,75€. También está disponible en versión para descargar, para Kindle, por 10,44€.

Sinopsis de "Tomás Nevison", Matar o no matar

Retoma al personaje aludido en el título, Tomás Nevison, marido de Berta Isla, protagonista de su trabajo anterior, con la que tuvo dos hijos. Como recordarán quienes leyeran aquélla, se trata de un espía del servicio secreto inglés ya retirado. La acción transcurre el año 1997, cuando Bertram Tupra, su antiguo jefe en Oxford, acude a Madrid para pedirle a Nevinson que localice a la mujer que participó en los atentados de ETA en el Hipercor de Barcelona, y en los de Zaragoza. 

Lleva consigo la fotografía de tres sospechosas. Nevison deberá descubrir quién es la culpable, y asesinarla cuando lo descubra. Pero Tomás se pregunta si resulta ético quitarla de en medio cuando han pasado diez años desde los trágicos sucesos en los que participó. Puede que tras abandonar el terrorismo, ahora lleve una vida tranquila, y posiblemente familiar.

Crítica de "Tomás Nevison", una nueva obra maestra

Cada nuevo trabajo de Javier Marías entusiasma, por lo que se tiende a calificarlo siempre como una de sus mejores obras. Este último no desmerece, ni echa por tierra las altas expectativas que se tienen sobre él, si bien conviene recordar que tiene en su bibliografía trabajos tan sólidos como "Todas las almas", "Corazón tan blanco" o la trilogía "Tu rostro mañana". 

Sobre todo habla de dilemas morales irresolubles, sobre todo si deben prescribir los delitos, incluso en el caso de los más terribles. Pero también reflexiona sobre la injusticia, la venganza, y la incapacidad para ponerse en la piel de los demás. Por último está bastante presente el azote de las fake news, pues se denuncia la credulidad extrema de la población en los últimos tiempos.

Compleja y ambigua como la vida, el espectador no sabe muy bien de parte de quién ponerse, pues al autor no le van los personajes estereotipados. Este escritor suele introducir muchos elementos de humor en sus trabajos, aunque esta vez se tiene la sensación de que se ha divertido metiendo más que nunca, sin que ello le quite tensión dramática al conjunto, ni calado. Se necesita un maestro de las letras para una hazaña así.

A su personaje central le describe el miembro de la Real Academia de la Lengua con todo lujo de detalles, y enorme sutilidad. Estamos ante un hombre carcomido por sus eternas dudas que ha sido educado al estilo clásico, como deja claro la primera frase de la obra. No sólo recupera a Nevison de anteriores novelas, sino que el misterioso Bertram Tupra ya aparecía en "Tu rostro mañana". Tienen tridimensionalidad los recién llegados, como María Viana, una de las mujeres a quienes el protagonista conoce en la ciudad ficticia de Ruán.


 

Reseña de "El día del ajuste", de Chuck Palahniuk


"La gente todavía habla de cierto buenazo. Un buen chaval, el típico que te encuentras en todos los grupos. El típico monaguillo, la mascota del profe, que entró en la comisaría del distrito Southeast, mirando a un lado y al otro, susurrando con una mano ahuecada delante de la boca. Ya era noche cerrada, medianoche cerrada, cuando el chaval entró con la capucha puesta, cabizbajo y llevando gafas de sol, nada menos. No era ningún Stevie Wonder. No llevaba bastón blanco ni perro. Preguntó por lo bajinis si podía hablar con el responsable. Se lo preguntó al sargento de guardia".

Chuck Palahniuk, famoso autor de "El club de la lucha" se ha hecho rogar tras "Invéntate algo: Relatos que no te podrás sacar de la cabeza", publicada originalmente en 2015. Hasta 2018 no lanzó su siguiente trabajo, "El día de ajuste" que ahora llega a España.

Tres años más tarde de su aparición se ha vuelto a poner de actualidad porque en cierta forma anticipa el asalto al Capitolio de Washington, del 6 de enero. "Cerraron los ojos para imaginarse mejor los altos ventanales del Capitolio o de los tribunales hechos añicos", dice el libro, que habla de temas como la deriva política. "La clase política estadounidense está atrincherada. Son hombres y mujeres que han sido políticos durante toda su vida. Vemos tanto desasosiego porque los 'baby boomers' no quieren renunciar a su poder. Es una generación de políticos muy egoísta. La necesaria transferencia de poder generacional no se produce y eso causa problemas", comenta Chuck Palahniuk en una entrevista.

Literatura Random House edita en España "El día del ajuste", de Chuck Palahniuk, en edición en tapa blanda, de 415 páginas, que sale a la venta al precio de 20,80€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "El día del ajuste", millennials en pie de guerra 

Estados Unidos está a punto de entrar en guerra en Oriente Medio. El académico alemán Gunnar Heinsohn advirtió de que todos los grandes trastornos de la Historia se deben a un exceso de jóvenes, ávidos de poder, por lo que se legisla el reclutamiento obligatorio para eliminar a un gran número de ellos, y de paso combatir el feminismo, pues según los planes del gobierno los pocos varones que quedan serán tan codiciados que las mujeres tendrán que renunciar a aspiraciones básicas y ser amables con ellos.

Pero los jóvenes se rebelan, en el que será llamado Día del Ajuste. Como consecuencia, se aprueba la Declaración e Interdependencia, Estados Unidos se divide en tres zonas: Caucasia, una recreación falsa de un refugio blanco tradicional; Blacktopia, donde los habitantes predominantemente afroamericanos tienen acceso a tecnología futurista (esta invención se parece mucho a la película Black Panther); y Gaysia, donde habitan los homosexuales.

Crítica de "El día del ajuste", sátira salvaje

Después de tanto tiempo de silencio, el autor ha compuesto una actualización de novelas distópicas como "1984" pero dirigida a los millennials. Estamos ante un libro coral, con una docena de personajes centrales, aunque sobresalen Holbrook Davis, senador corrupto que busca reducir la población de jóvenes subempleados enviándolos a un conflicto en un país anónimo donde, de mutuo acuerdo, ellos y sus enemigos serán todos vaporizados por una bomba atómica, y Talbott Reynolds, oráculo de ideología similar al fascismo que divulga máximas como "Debemos permitir que cada individuo persevere o perezca como quiera", o “Primero hazte despreciable, luego indispensable”. También tienen interés el adolescente Walter, que imagina curiosos métodos para hacer feliz a su novia, Shasta.

Tiene tantas subtramas que resulta imposible no perderse entre ellas. Chuck Palahniuk apuesta por saltar de un personaje a otro, en apariciones breves de cada uno. Su tratamiento de la violencia puede resultar descarnado, en secuencias de tortura, tiroteos y orejas cortadas. Pero el autor no ha perdido el ingenio, ni la capacidad crítica, ni el afán de provocación de su ópera prima, se diría que acumula hallazgos en cada página, y rebosa originalidad en todos sus párrafos. 

Esta corrosiva sátira de la sociedad estadounidense muestra sobre todo la actual agitación social, critica a la masculinidad tóxica, y retrata todo tipo de personajes fácilmente reconocibles del mundo moderno. No le importa romper toda clase de límites a la hora de recurrir al sentido del humor, y demuestra que pese a que en el siglo XXI estamos de vuelta de todo, se puede lograr seguir siendo provocador. En uno de sus mejores libros, Chuck Palaniuh convencerá sobre todo a sus incondicionales, pero también gustará a quienes tengan la mente abierta.


    

Reseña de "La vida contada por un sapiens a un neandertal", de Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga

"Los siglos que nos separaban eran calderilla frente a los milenios que nos unían. Los seres humanos hemos pasado el noventa y cinco por ciento de nuestra existencia en la Prehistoria. Acabamos de aterrizar, como el que dice, en este lapso brevísimo de tiempo que llamamos Historia. Significa que la escritura, por ejemplo, se inventó ayer, aunque tenga cinco mil años. Si cerraba los ojos y alargaba el brazo, podía tocar las manos de los antiguos habitantes de Atapuerca, y ellos podían tocar las mías. Ellos estaban en mí ahora, pero yo ya estaba en ellos entonces".

Juan José Millás busca siempre la originalidad. Por otro lado, a veces se adhiere a la tendencia de escribir híbridos entre realidad y novela que en los últimos tiempos cultivan numerosos autores, por ejemplo en "La vida a ratos", su anterior trabajo. De ahí que sus seguidores (quizás no una legión, pero sí un grupo bastante extenso de fieles) no se habrán sorprendido demasiado ante su nuevo experimento, que surge de una visita a Atapuerca, y de la presentación de una novela en el Museo de la Evolución Humana (MEH), donde conoció a Juan Luis Arsuaga, director del mismo. De ahí surge la idea de que este sapiens le explique conceptos al primero, autodenominado neandertal.

"Yo fui un niño raro, me extrañaba todo", comenta Millás. "Una vez vi un programa sobre neandertales en la televisión y pensé que la causa de mi problema era que yo también era neandertal. No me siento a gusto entre los sapiens. Es la historia de mi vida y lo que me ha hecho escritor, porque no hay escritura sin conflicto, y por lo general ese conflicto se basa en la extrañeza frente al mundo. Yo siempre he fantaseado con la idea de que los neandertales eran la especie humana que debería haber sobrevivido, en vez de los sapiens. Siempre he pensado que el neandertal era bondadoso, ingenuo y sentimental, mientras que el sapiens era retorcido y sólo pensaba en sus intereses". 

"Nos han comparado con Don Quijote y Sancho, Epi y Blas, Jack Lemmon y Walter Matthau, Holmes y Watson, y hasta con Bogart y Claude Rains en Casablanca, ya que el libro fue el inicio de una hermosa amistad", declara Millás. "Hemos viajado uno a la personalidad del otro, me alegro del intercambio brutal entre las dos subjetividades".

Alfaguara publica en España "La vida contada por un sapiens a un neandertal", en edición en tapa blanda, de 224 páginas, que sale a la venta al precio de 17,95€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "La vida contada por un sapiens a un neandertal", encuentro de gigantes

Fascinado por las dotes de oratoria de Juan Luis Arsuaga, Juanjo Millás le propone durante una comida quedar con él para que le lleve a diferentes sitios, como un yacimiento arqueológico, al campo, a una maternidad, a un tanatorio, a una exposición de canarios... Allí éste le explicaría lo que están viendo, y le hablaría de la vida, y posteriormente el autor plasmaría sus enseñanzas por escrito, de cara a componer "un gran relato sobre la existencia".

El paleontólogo acepta, por lo que a lo largo de dos años, irá con el autor a localizaciones variopintas, como el Valle Secreto de los neandertales en la sierra de Guadarrama, una juguetería, un parque infantil, o el Museo del Prado. En ellas le hablará de asuntos como las líneas germinal y somática,  de los elementos que hacen a los niños adorables y las características que comparten con los peluches.

Crítica de "La vida contada por un sapiens a un neandertal", originalidad al poder

Estamos ante una fascinante mezcla de divulgación científica con el humor costumbrista propio de Juan José Millás. El lector se queda fascinado tras comprobar que Arsuaga, a través de la mirada de Millás, consigue explicar con una enorme claridad cuestiones tan complejas como la selección natural, o la bipedestación. Se reflexiona con un lenguaje asequible, y ningún tecnicismo sobre cuestiones biológicas y filosóficas de enorme calado, como el origen del ser humano, los misterios de la evolución, la idea de la posteridad, cómo ha influido nuestra especie en otras, cómo se produce la bipedestación, la selección natural, y muchas otras.

El texto invita a que el lector estimule su curiosidad, si quiere conocer cómo funciona el mundo. Se deduce también una crítica a la progresiva infantilización de la sociedad. El volumen está lleno de fragmentos prodigiosos, como el que tiene lugar en un restaurante japonés, donde Arsuaga diserta sobre la domesticación de los animales. Llega a la conclusión de que los humanos nos hemos domesticado también a nosotros mismos, lo que supone un problema, pues alguien podría aprovecharse de su actual docilidad.

Engancha desde el principio por lo que se lee casi de un tirón. Incluso quienes no se sientan atraídos en un principio por este juego, sucumbirán ante el encanto de la propuesta. La pareja de sabios deja abierta la posibilidad de repetir en un segundo libro, que sin duda podría tener éxito, pues éste deja con ganas de más.

 

Reseña de "La ley de la fusta", novela romántica BDSM de dominación femenina, de Julia L. Sánchez


"Muchos años después, aunque nunca estuvo delante de un pelotón de fusilamiento, había de recordar aquella tarde remota en la que por vez primera sintió ese calor frío. Su vida tomó un giro inesperado después de experimentarlo. No sabía bien qué edad tendría, posiblemente nueve años, acababa de contemplar sus dibujos preferidos en televisión, una serie protagonizada por unos bebés a los que su abuelo les había contado una historia de piratas, así que jugaban a convertirse ellos mismos en bucaneros".

Se desconoce todo sobre el autor de la novela erótica revelación de este año, firmada por J.L. Sánchez, que posiblemente corresponda a Julia L. Sánchez, según rumores. Cabría argumentar que el tipo de sensibilidad con las que están descritas las secuencias más pornográficas, de BDSM y CFNM, corresponden a una mujer heterosexual, aunque esto siempre resulta difícil de adivinar.

En el volumen sólo se especifica que proviene del mundo del periodismo y la comunicación, y algún dato más. "Aunque ha escrito diversos ensayos, se trata de su primera novela, en la que ha plasmado numerosas experiencias reales, mezcladas con relatos escuchados a lo largo de su vida a personas que practican el BDSM, ya que se le da muy bien escuchar", se afirma en la contraportada.

Alfaguarra publica en España "La ley de la fusta", en edición en tapa blanda, de 175 páginas, que sale a la venta al precio de 22,00€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 3,90. 

Sinopsis de "La ley de la fusta (El amor es la hostia, libro I)", el submundo del sadomaso

Existe un submundo oculto bajo la realidad que la mayor parte de la gente observa cada día. Pertenece a él la veinteañera Laura Lacombe, que alterna su ocupación como pasante en un importante despacho de abogados con su pasión por el sado-maso, de tal manera que cuando acaba su jornada laboral, queda con sumisos –a los que casi siempre conoce a través de internet– para ejercer como ama, llevando a cabo prácticas como la humillación, ceras, pinzas, agujas, bondage y spanking, entre otras. Un día se excede en la dominación de un tal Carlos, al que acaba de conocer, lo que causa la indignación de sus dos compañeras de piso.

Cuando Rábano Stein, máximo responsable de su bufete, le encarga recuperar una tarjeta de memoria que se ha llevado una empleada, Laura decide dedicarse en cuerpo y alma a este trabajo, con el objetivo de hacer méritos, por si al final logra un contrato indefinido. Pero no se imagina que cuando trate de cumplir con su tarea descubrirá una terrible red de corrupción que le supera. Pese a todo, no se rendirá hasta conocer la verdad, y conseguirá la ayuda de Ontiveros, un curioso sargento de policía.

Crítica de "La ley de la fusta", intriga y erotismo

Todo un soplo de aire fresco, pues combina erotismo y sentido del humor. Por un lado, describe el mundo del sado-maso con un enorme realismo, todo indica que la escritora se ha documentado bastante bien. También cabría suponer que comparte en mayor o menor grado las mismas inquietudes eróticas que su personaje central, pues parece que ha desnudado su alma. Aparte, las peripecias de Laura Lacombe están descritas con gracia, hasta el punto de que durante la lectura del tomo para llevar a cabo esta reseña, me han entrado ataques de risa en el metro, por lo que los demás viajeros me miraban como si estuviera loco. Pocas veces se publican novedades tan tronchantes como ésta.

Por si todo esto fuera poco, su trama de suspense funciona a la perfección, pese a no complicarse demasiado. El libro está lleno de giros que atrapan desde el primer momento al lector. De esta forma, entran ganas de leérselo prácticamente de un tirón. Está escrito con un estilo bastante dinámico, lo que deriva en un ritmo bastante ágil para la lectura.

Describe en profundidad al personaje central, una chica con inquietudes poco usuales, pues desde niña siente pasión por la dominación femenina, pero aún así bastante humana. Aunque se comporta como una mujer fuerte, se adivinan sus puntos débiles, lo que la convierte en una creación de carne y hueso. Entre los numerosos secundarios que desfilan por las páginas de "La ley de la fusta", destaca el sargento Ontiveros, aguerrido y enamoradizo policía, del que se echa de menos que aparezca más, aunque todo indica que en el futuro tendrá una mayor presencia. Otros personajes, como el ama de casa con doble vida María Elena, tienen tanto interés que bien podrían haber dado lugar a un libro propio.

En resumen, un libro bastante recomendable, que deja con ganas de más, por lo que cabe esperar la publicación del libro II de la saga "El sexo es la hostia" (no se indica de cuántos tomos consta la serie).



Reseña de "Aquitania", de Eva Gª Sáenz de Urturi. Premio Planeta 2020

"
Esas fueron las últimas palabras que padre me dirigió antes de partir, oculto bajo su capa de peregrino. Ahora emisarios de mirada gacha afirmaban que había muerto frente al altar mayor de la catedral de Compostela, el mismo Viernes Santo, envenenado al beber de un pozo en mal estado. Como si el agua pudiera acabar con el gigante que fue. Como si no llevara siempre encima su piedra de carbón para absorber cualquier veneno, caminante curtido en mil batallas y calamidades".

Ya había cosechado numerosos lectores Eva García Sáenz de Urturi cuando publicó en 2016 el thriller ambientado en Vitoria, su localidad natal, "El silencio de la ciudad blanca", que arrasó, y se convirtió en el primer volumen de una trilogía, seguida de "Los ritos del agua" y "Los señores del tiempo". Incluso dio lugar a una adaptación al cine, dirigida en 2019 por Daniel Calparsoro, que (al menos en opinión de quien firma estas líneas) no llegaba al nivel de la novela. Con su siguiente trabajo, "Aquitania", ha logrado el Premio Planeta 2020 (la obra finalista ha sido "Un océano para llegar a ti", de Sandra Barneda).

Tras documentarse exhaustivamente sobre la protagonista, Eleanor de Aquitania (que la gran mayoría conocemos como Leonor, con el nombre españolizado), la autora ha quedado fascinada por el personaje histórico. "La vida de Leonor da para mucho. Imagínate una reina tan longeva, que murió con 82 años, activa hasta prácticamente el último momento, hasta los 80 y con etapas de su vida tan diferenciadas", explica Sáenz de Urturi. "Primero, se queda huérfana con trece años, asciende al trono de Francia siendo duquesa de Aquitania, a los 27 años se divorcia de su marido, fue la única reina que ha decidido separarse aduciendo consanguinidad. Antes de dos meses, ya estaba casada con un joven diez años menor que ella y en menos de dos años ambos se convierten en reyes de Inglaterra. Pero es que quince años después, le da ocho hijos y, cansada de él, porque se convierte en un tirano, absolutamente infiel, un sátrapa…, convence a sus hijos, que eran apenas adolescentes, para que se revuelvan contra él y apoyen a su primer marido".

Planeta publica en España "Aquitania", en edición en tapa dura con sobrecubierta, de 416 páginas, que sale a la venta al precio de 20,80€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 10,44€

Sinopsis de "Aquitania", planes de venganza

La trama comienza en Burdeos, en 1137. A sus trece años, Leonor, hija de Guilhem X, duque de Aquitania, mantiene un apasionado idilio con Raimond de Poitiers, Rai, su tío paterno, que le saca nueve años. Dos emisarios le informan de que su progenitor -con el que está estrechamente unido- ha muerto frente al altar mayor de la catedral de Compostela, el Viernes Santo, en teoría por beber agua de un pozo en mal estado. No cree que se trate de un accidente, sino que ha sido asesinado por los Capetos, la familia a la que pertenece el Rey Gordo, Luy VI de Francia, que codicia Aquitania, más próspera que sus dominios.

Tras la partida de Rai a Tierra Santa, Eleanor trama un plan para averiguar la verdad y vengarse de los Capetos. Falsifica el testamento de su padre (ya que a éste no le dio tiempo a componerlo) donde éste dispone que ella contraerá matrimonio con Luy VII, el Rey Niño, y sucesor del monarca, pero Eleanor seguirá siendo la regidora de Aquitania. Engendrará niños aquitanos de su marido para que dominen Francia en lugar de los Capetos. Antes de poner en marcha su plan, se confesará con un joven sacerdote, al que le cuenta sus intenciones. Pero éste resulta tener una identidad inesperada.

Décadas antes del asesinato del duque de Aquitania, un niño de seis años que se ha criado con unas monjas ha sido abandonado por sombras desconocidas en un peligroso bosque. El chico tendrá un papel destacado en el devenir de la Historia de Francia.

Reseña de "Aquitania", misterio histórico

Según palabras de la autora, pretende homenajear a "El nombre de la rosa", de Umberto Eco, con la que tiene puntos en común, sobre todo que se trata de un relato con toques de misterio (aunque éste no pretende ser un thriller salvo en algunos pasajes), con una cuidada ambientación histórica, y asesinatos por envenenamiento. Sin embargo, logra voz propia, gracias a su tono lírico con embriagadores toques fantásticos, y también por su tema central, el poder femenino, de enorme interés en la época post #MeToo, aunque se centra en una época en la que la protagonista debe ejercerlo de tapadillo, mediante las intrigas palaciegas. Todo tipo de tejemanejes parecen justificables cuando se utilizan para combatir creencias insólitas e irracionales, y leyes injustas, como la de que les doncellas deban casarse con quienes le han ultrajado, para que estos puedan 'reparar' el daño causado. El volumen se convierte en un homenaje a la fortaleza de la que tenían que hacer gala las mujeres para salir adelante en tiempos injustos.

Estructurada en cuatro partes, la obra combina cuatro voces narrativas: la propia Eleanor –que es la que más se repite–, Luy VII, su esposo; un narrador omnisciente en los capítulos protagonizados por el Niño, y ocasionalmente su tío y amante Rai. El cambio de punto de vista le imprime buen ritmo. Bien documentada, no ofrece la impresión de que la autora se haya tomado demasiadas licencias, sino que más bien sostiene su relato en sólidas teorías de historiadores, por ejemplo, cuando se narra que Leonor falsifica el testamento de su progenitor, suceso que sostienen algunos expertos. Otras veces, se han rellenado huecos que se desconocen de forma plausible, o puede que se hayan retocado fechas, y acontecimientos; da un poco igual si el relato funciona.

La autora compone un más que digno ganador del Premio Planeta, sobre todo evocador, y rico en imágenes y metáforas llenas de fuerza. Aparte logra intrigar al lector hasta el final, y sorprende con constantes giros. Quizás los pasajes más conseguidos sean los del niño, desde que se le muestra perdido en el bosque, con una mujer enjaulada (quizás se echa de menos que aparezca más). Está muy bien desarrollada la protagonista, Leonor de Aquitania, y se muestra muy bien su evolución, mientras que entre los secundarios se lleva la palma Luy VII, que pese a que se presenta a priori como el antagonista está siempre bien defendido, y retratado con humanidad.

Por las páginas de "Aquitania" desfilan otros igual de fascinantes, casi todos históricos, como el terrible consejero del monarca, el templario eunuco Thierry de Galeran, o Adamar, anciana que fue ama de cría de Eleanor, mucho más astuta y fuerte de lo que demuestra en público. No se pueden dejar de mencionar otros con bastante importancia en la trama, como Suger, abad de San Denís y mentor del rey, Aelith, vital apoyo para su hermana, Eleanor, etc.

En resumen, Sáenz de Urturi demuestra su capacidad para componer un trabajo distinto a lo que se conoce de ella. Queda la sensación (para bien) de que el personaje da más de sí, por lo que debido a que vivió muchos años, "Aquitania" podría dar lugar a alguna secuela en el futuro.

Reseña de "El espejo de nuestras penas", de Pierre Lemaitre

"Quienes creían que la guerra empezaría pronto se habían cansado de esperar hacía tiempo, y el señor Jules, antes que nadie. Más de seis meses después del reclutamiento general, el dueño de La Petite Bohème, descorazonado, había dejado de creerlo. Durante el servicio, Louise incluso lo había oído afirmar que, en realidad, «nadie había creído en esa guerra». Según él, aquel conflicto no era más que una inmensa transacción diplomática a escala europea, con unos discursos patrióticos espectaculares y anuncios grandilocuentes, una partida de ajedrez gigantesca en la que el reclutamiento general sólo había sido un aspaviento más. Sí, habían provocado unos cuantos muertos aquí y allá —«¡más de los que dicen, seguro!»—, como en la revuelta en el Sarre, en septiembre, que les había costado la vida a doscientos o trescientos hombres, pero, vaya, «¡eso no es una guerra!», exclamaba asomando la cabeza por la puerta de la cocina".

Con "El espejo de nuestras penas", Pierre Lemaitre (París, 1951) cierra su trilogía de entreguerras"Los hijos del desastre", iniciada con "Nos vemos allí arriba", ganadora del prestigioso Premio Goncourt en 2013 (y sin duda una de las mejores novelas sobre la Gran Guerra), seguida de "Los colores del incendio", de 2018. 

El francés había dejado el listón tan alto que el último libro lo tenía difícil para no defraudar. Para evitarlo, tiene claro que debe recuperar la fórmula de sus predecesores, que mostraban las reacciones de humanos corrientes a sucesos clave de la Historia que les desbordan. "Lo que me interesa no es que los personajes sean los héroes de sus propias historias, sino cómo los acontecimientos se imponen de repente a personas que no los habían buscado ni previsto", señala el autor. "Son personas que están entre la espada y la pared por circunstancias que no han escogido y son las primeras víctimas, ya que son los actores principales de estos acontecimientos. Para mí la importancia no está en quién prepara o dirige los acontecimientos, sino en quién los sufre. Y ahí entra la mayoría aplastante de la población. Nadie quería una guerra en 1914 en la que se perdieran a dos o tres miembros de la familia y nadie pidió esa debacle de 1940, pero hubo 15 millones de soldados que lucharon en la Primera Guerra Mundial y 11 millones de personas que se sumaron al éxodo de 1940".

Salamandra publica en España "El espejo de nuestras penas", en edición en tapa blanda de 448 páginas, que sale a la venta al precio de 19,95 €. También está disponible en edición para descargar para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "El espejo de nuestras penas", de Pierre Lemaitre: una proposición indecente

En 1940 Alemania amenaza con invadir Francia, pero allí se confía en la potencia de su ejército, y en su infranqueable línea Maginot. Por contra, se descuida el bosque de las Ardenas, por donde avanzaran las tropas germanas por sorpresa. Louise Belmont, una joven parisina, alterna su carrera como maestra con su trabajo en un bistrot, La Petite Bohème, donde echa una mano como camarera desde años atrás. Un cliente habitual, el maduro  doctor Thirion, le hace una sucia proposición, quiere verla desnuda; ofrece a cambio la suma que quiera. Aunque ella solicita una cantidad astronómica, éste accede a dársela, por lo que la muchacha se sorprende a sí misma sopesando la oferta, sin saber que la decisión que tome tendrá una consecuencia dramática.

Mientras tanto, Raoul y Gabriel, soldados de un fuerte de la línea Maginot, vuelan un puente de un afluente del río Mosa, en la frontera con Bélgica. Sin embargo, enseguida se dan cuenta de que las tropas nazis avanzan con tanta fuerza que los esfuerzos del ejército galo caen en saco roto. Se impone escapar. 

Reseña de "El espejo de nuestras penas", de Pierre Lemaitre, un digno colofón

Se puede leer independientemente del resto de volúmenes (aunque sería una pena perderse los otros dos). Las diversas historias entrecruzadas retienen al lector hasta el final, y le ilustran sobre el surrealista período histórico en que se desarrollan, la toma de Francia por los alemanes, lo que emparenta el volumen con "Suite francesa", de Irene Némirovsky, sin que se pretenda dar lugar a odiosas comparaciones.

Si en el primer libro, Lemaitre borda la historia de un protagonista masculino, y en el segundo, de una mujer, aquí se supera a sí mismo, pues tienen el mismo interés las dos historias principales, tanto la de Louise como la de Raoul, si bien se luce más con el segundo personaje, ya que al autor se le dan bastante bien los pícaros, que caen simpáticos, pero son capaces de cualquier cosa para enriquecerse.

Por otro lado, por el volumen desfilan numerosos personajes secundarios valiosos, como Fernand, policía que esconde en un macuto una enorme cantidad de dinero, o el señor Jules, bondadoso dueño del local en el que trabaja Louise. Pero resulta fascinante sobre todo Désiré Migaud, impostor que se convierte en portavoz del gobierno, adoptando la estrategia de mentir descaradamente para dar la impresión de que todo va bien, pese al desastroso papel del ejército galo. Los capítulos en los que aparece sirven al novelista para criticar la comunicación política, la desinformación y la manipulación informativa, con algo de humor, pero también ofrece un inquietante mensaje muy de actualidad. Sólo por esta creación merece la pena pagar lo que cuesta la novela.

Quizás haya menos giros que en los anteriores trabajos del escritor, y resulta más previsible hacia dónde van todos los personajes. Pero acierta al introducir mucho más humor que en sus anteriores trabajos. Además, deja con ganas de saber si Lemaitre sigue teniendo carrete tras elaborar esta trilogía, y depara agradables sorpresas para el futuro.

Reseña de "Desgarros", de Greta Solís

Si siento sed de ayer, 
que tus versos hagan
del barquito, en mi gin-tonic,
on the rock, helándome de nuevo y
anestesiándome de manzanilla en sobrecitos
mi alma de café expreso".

Greta Solís lleva tiempo difundiendo sus versos a través de las redes sociales, donde corría el riesgo de pasar desapercibida como grano de arena en el desierto, por la numerosa competencia, casi siempre de poco interés. Pese a todo, la madrileña llama la atención de quienes han probado el amargo sabor de sus palabras como ese whisky añejo para sibaritas de fuerte sabor que al principio nos cuesta tragar, pero que sin embargo nos conquista y volvemos a probar hasta que aprendemos a apreciar. 

Muchas de sus piezas conectan con los miedos ocultos del lector, y para colmo de males tienen la terrible característica de quedarse a vivir en algún lugar recóndito de la mente del mismo. En no pocas ocasiones éste se sorprenderá recordando las impresiones que le han causado algunas de sus líneas, horas después de su lectura. En resumen, duele pero deja bastante espacio para la esperanza.

Ahora, la escritora debuta con su primer poemario, destinado a llamar la atención cual oasis en un terreno yermo. Terra Ignota Ediciones publica en España "Desgarros", que sale a la venta en edición en tapa blanda de 96 páginas.

Reseña de "Desgarros", carne de la autora...

Quien conozca algunos de los trabajos de la poetisa tendrá la impresión de que en este primer recopilatorio se ha esforzado por seleccionar el material más suave (dentro de lo que cabe), menos críptico más asequible y el que utiliza el lenguaje más habitual. 
Quizás se trate de una elección sabia, pues si logra que un público significativo empatice, ya tendrá tiempo de asustarles con sus líneas más intensas, cuando ya habrán sucumbido a su hechizo. "Amor, me has dejado vencida. / Con tus pocas letras y tus muchas ganas. / Con tu poesía a mansalva / con tu sangrar a gusto / y tu gustar de mi sangre" (de "Amor"). De cualquier forma la selección merece un diez; recurriendo a la gracieta fácil: "Desgarros" no tiene fisuras.
Pese a todo, cabe advertir de que no se trata de literatura fácil, requiere de un esfuerzo para que se produzca el milagro del entendimiento. "Siempre igual / yo tan pretérito imperfecto / y tú avasallándome / con futuros pluscuamperfectos / de impecable factura" (así lo advierte "La mala comunicación", para quien escribe estas líneas el mejor de los poemas y una auténtica genialidad, con la que se ganará hasta a los más reacios a volverse adictos). Tampoco ha debido resultar sencillo para la compositora elaborar los versos, ya que en no pocas ocasiones se abre en canal. "Ahí donde la ven, cocinaba / su propia carne en calderos / de bronce bruñido / y la removía con el mimo y / ternura propia de un amante", explica en "La bruja", toda una declaración de intenciones que resume a la perfección lo que ofrece el volumen.


...pero cocinada con mimo (por suerte)

Maestra tejedora de prendas oscuras, parece tratar a las palabras con mimo, pues éstas se pliegan a los deseos de Greta Solís, como niños obedientes que nunca rechistan. De hecho, tiende a utilizar alguna vez la musicalidad de las nanas infantiles. Otras veces recurre a imágenes cálidas con las que el receptor se siente a salvo ("Porque has gateado tantas alfombras / gata descarriada", escribe en "La gata"). Luego, una vez que su víctima está tranquilo, le asalta con algún pensamiento inquietante, que le deja fuera de combate a traición.

Resulta llamativa la variedad temática, con la que logra no volverse nunca repetitiva. Sobre todo reflexiona sobre las heridas del pasado, pero también sobre la melancolía, que "duerme sola entre pétalos secos", la codicia ("No me engañas, arpía...") o el acoso machista ("Sigue mujer, tapada, destapada. / El lobo te acecha igual").  Recuerda el inexorable paso del tiempo en "Historia de una cama", cuyo catre protagonista se ha vuelto demasiado flojo para provocar deseo, pero poco después de conmovernos, Greta Solis nos hace sonreír; demuestra un sutil sentido del humor, ya que éste ha pasado a segundo plano en favor de un mueble nuevo "de diseño. Prefabricado. Vivo. Vivo. / De nombre escandinavo, altisonante, fuerte". Sí, aunque parezca mentira al igual que otra Greta, Garbo, también ríe.

En conclusión vino viejo en odres nuevos. Asuntos universales de todos los tiempos, tratados con frescura.

Ah, advertimos. Se trata de poesía intensa, para consumir en pequeñas dosis, y saborearla después mucho tiempo, que se quede el regusto en el paladar.

En caso de interés, se puede comprar pinchando en el enlace:

Reseña de "La madre de Frankenstein", de Almudena Grandes

"Nunca antes había tenido un episodio de ansiedad. Miedo sí, mucho miedo y muchas veces, durante los bombardeos, en el coche que me llevó a Alicante, en el muelle del que nunca acababa de zarpar mi barco, en la celda de una comisaría de Orán, en el puerto de Marsella y después, en un interminable viaje en coche entre Francia y Suiza. Había tenido miedos grandes y pequeños, de mí mismo y de otras personas, miedo a morir, a que me mataran, a perder el control, mucho miedo, pero nunca ansiedad. Hasta el 21 de diciembre de 1953".

Si bien su obra ha tenido interés desde el principio, ha ido mejorando mucho con los años. Almudena Grandes (Madrid, 1960) inició la saga "Episodios de una guerra interminable" con la novela "Inés y la alegría" (2010), seguida de "El lector de Julio Verne" (2012), "Las tres bodas de Manolita" (2014), y "Los pacientes del doctor García" (2017). Por esta última se hizo acreedora con toda justicia del Premio Nacional de Narrativa en 2018. 

Ella misma reconoce que se ha inspirado en "Los Episodios Nacionales", de Benito Pérez Galdós. "Le debo casi todo. Cuando me planteé escribir la serie, utilicé como modelo sus episodios, como hizo también Max Aub en "El laberinto español", ha declarado. "Me gustaba la idea de reivindicar esa tradición porque además asumí la estructura de la serie de  Galdós y su elección esencial de narrar las historias desde abajo, que es lo que diferencia estas novelas de las históricas, protagonizadas siempre por los grandes personajes. Aquí predomina la mirada hacia el pasado del pueblo, de los sin nombre…".

Ahora, la autora publica su nuevo título de la saga, el quinto, tras el importante galardón, donde precisamente aplica de nuevo esta fórmula: recrea históricamente la postguerra mediante las pequeñas historias de personas corrientes.

Tusquets publica "La madre de Frankenstein", en edición de 560 páginas, que sale a la venta al precio de 24,70€. También está disponible en versión digital para descargar para Kindle, por 10,44€.

Sinopsis de "La madre de Frankenstein", el regreso del doctor

Cuando tenía 13 años, Germán Velázquez se quedó fascinado ante la figura de Aurora Rodríguez Carvalleira, parricida atendida por su progenitor, un brillante psiquiatra. Con el paso de los años, siguió los pasos profesionales de éste, pero optó por exiliarse, siguiendo sus recomendaciones, tras el término de la Guerra Civil, así que pasó quince años en Suiza, con la familia del doctor Goldstein, discípulo del padre. En 1954 decide regresar a España, y reencontrarse con su madre y su hermana, tras conseguir una oferta para trabajar en el manicomio de mujeres de Cienpozuelos, al sur de Madrid. 

Una vez incorporado a su puesto, descubre que Aurora Rodríguez Carballeira está interna en el centro, y aunque se niega a relacionarse con otras personas, cuenta con los cuidados de María, joven auxiliar a la que la paciente enseñó a leer cuando era una niña, y vivía en el centro con su abuelo, el jardinero. Inspirado por su experiencia en el extranjero, Velázquez pondrá en marcha un avanzado tratamiento que tendrá resultados inesperados, pero también provocará el rechazo de quienes ostentan el poder. 

Reseña de "La madre de Frankenstein", 

La brillante entrega anterior, "Los pacientes del doctor García" dejó las expectativas altas para los incondicionales de la madrileña. Quizás no llega a la misma altura, lo que no impide que Grandes vuelva a componer un libro apasionante, absorbente, técnicamente trabajado, y que mezcla de nuevo con maestría personajes reales, con creaciones de ficción. 

Pese a su megalomanía y sus taras mentales, resulta imposible no quedarse fascinado ante la figura de Aurora Rodríguez Carvalleira, la famosa asesina que ha dado lugar a libros como "Aurora de sangre", de Eduardo de Guzmán, y al film "Mi hija Hildegart", dirigido en 1977 por Fernando Fernán Gómez. Como es sabido, educó a Hildegart para convertirse en una hija modélica, y un estandarte feminista, pero se sintió tan decepcionada cuando le anunció que pretendía independizarse para vivir por su cuenta, que decidió acabar con su vida con cuatro disparos. Se ha reconstruido libremente el final de su vida, pero todo lo que se narra resulta creíble.

También resultan memorables los otros dos protagonistas, éstos inventados, el joven psiquiatra Manuel Velázquez, que le sirve para mostrar los atrasos científicos y la estrechez de mente de la España de la época en comparación con el extranjeros. Por último la auxiliar María simboliza la falta de perspectivas y de libertad de las mujeres de época. Los tres (Aurora, María y sobre todo Germán) se alternan como narradores.

Por las páginas de "La madre de Frankenstein" también aparecen otros personajes auténticos, como los psiquiatras Antonio Vallejo Nájera y Juan José López Ibor. Y entre los secundarios desfilan algunas creaciones ya conocidas de las entregas anteriores, como Pepe el Portugués y Pastora, que aparecían en "El lector de Julio Verne", o Rita, la amiga de la protagonista de "Las tres bodas de Manolita".

Reseña de "Una sirena en París", de Mathias Malzieu

"Aquel 3 de junio de 2016, en París llovía a pleno sol. En la torre Eiffel crecían arcoíris, y el viento peinaba sus crines de unicornio. El repiqueteo de la lluvia marcaba el ritmo de la metamorfosis del río. Los embarcaderos se convertían en playas de asfalto. El agua subía, subía y seguía subiendo. Como si alguien hubiera olvidado cerrar el grifo del Sena".

La superestrella francesa Mathias Malzieu (Montpellier, 1974), cantante del grupo de rock Dionysos, debutó como escritor en 2002, con "38 Mini Westerns con fantasmas", una recopilación de cuentos. Se consagró en 2007, con "La mecánica del amor", que tuvo una adaptación animada, "Jack y la mecánica del corazón". Posteriormente ha publicado otras tres novelas, "Metamorfosis en el cielo", "El beso más pequeño" y "Diario de un vampiro en pijama". 

Ha tardado cuatro años en sacar su siguiente trabajo, "Una sirena en París", inspirado en la crecida que sufrió el Sena en 2016. "Cuando esto ocurrió, descubrí anécdotas muy poéticas y misteriosas". Mientras escribía él libro, también se encargaba de dirigir él mismo la adaptación al cine, con Nicolas Duvauchelle y Tchéky Karyo en los papeles principales, que se estrena en Francia el 11 de marzo (pronto tendrá distribuidora española), y de la que también ha compuesto la banda sonora.

"Es una metáfora sobre alguien que tiene que volver a ser lo que era antes de haber sufrido un duelo", comenta el autor.

Reservoir Books publica en España "Una sirena en París" en edición en tapa blanda, de 240 páginas, que sale a la venta al precio de 17,00€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 8,54€.



Reseña de "Una sirena en París", un hallazgo inesperado

Las aguas del Sena han subido tan espectacularmente que amenazan con inundar París. Mientras se rumorea que han desaparecido personas, Gaspard Snow continúa empeñado en mantener abierto el Flowerburger, barcaza que alberga actuaciones en directo, abierta por su abuela, Sylvia, ya fallecida. Acaba discutiendo con su progenitor, partidario de vender la embarcación y pasar página. 

Enfadado porque considera a éste un traidor, al regresar a casa escucha bajo un puente un extraño canto que le pone tras la pista de una criatura malherida con cuerpo de mujer y cola de pescado, todo indica que se trata de una sirena, como la de las leyendas. Decide llevársela a su domicilio para intentar curarla, sin saber que todos los hombres que la escuchan cantar mueren en menos de tres días.

Sinopsis de "Una sirena en París",  atmósfera mágica

Toda una sorpresa, pues Mathias Malzieu demuestra que ha adquirido oficio y madurez en los últimos años, hasta el punto de que componer un libro, que supera su obra anterior, reuniendo los mismos elementos –romanticismo, realismo mágico–, que conforman su reconocible universo personal. Supone una apología de los soñadores, y los nostálgicos, que apuesta por mantener siempre el entusiasmo, y la ilusión para no sucumbir a los sinsabores de la vida, y reflexiona sobre la importancia de aprender a perdonar.

Compone con mimo una atmósfera mágica gracias a unas descripciones evocadoras en las que abundan las alusiones musicales. También incluye muchas referencias cinéfilas; se cita, como no podía ser de otra manera, "La sirenita", adaptación de la factoría Walt Disney del cuento de Hans Christian Andersen, pero resulta inevitable pensar también en otros títulos como la cómica "Un, dos, tres... Splash", o la dramática "La forma del agua". A través de un estilo muy personal, cercano a la prosa lírica, consigue conmover con la historia de dos almas análogas que se encuentran sin caer en el sentimentalismo fácil, y añade muchos golpes de humor, y algunos pasajes llenos de tensión muy conseguidos.

El autor ha compuesto a sus personajes más memorables, sobre todo en el caso de Gaspard, un chico extravagante, e idealista, que va en patines a todas partes, y Lula, la sirena que ha sufrido tanto que apuesta por defenderse de forma preventiva, para evitar que la hagan daño, pero poco a poco se da cuenta de que existen personas que merecen la pena. También perdurarán en el recuerdo del lector algunos secundarios, en especial Milena, una doctora del hospital resentida que quiere vengarse de Lula porque la considera responsable de la muerte de su amado, también médico, y la entrometida vecina Rossy, que se llama así porque en la versión cinematográfica estará interpretada por la española Rossy de Palma, ya que el autor se considera apasionado del cine del español Pedro Almodóvar, que la ha dirigido varias veces.

El libro deja al lector con las ganas de pasar por el cine cuando llegue a las carteleras la cinta.


(En caso de interés es posible adquirir el libro "Una sirena en París", en Amazon, pinchando en los enlaces).