La escritora británica Erika Leonard, más conocida como E.L. James, ha arrasado en ventas, encabezando las listas de éxitos a nivel internacional con su novela erótica "50 sombras de Grey". El libro contiene bastantes elementos autobiográficos, a juzgar por sus declaraciones. "Mi crisis de los 40... todas mis fantasías están ahí". Leonard es una ejecutiva televisiva, casada desde hace 20 años con un guionista y madre de dos hijos adolescente.

El libro es el primero de una trilogía que se complementará con "Cincuenta sombras más oscuras" y "Cincuenta sombras liberadas".


"50 sombras de Grey" ha sido publicado en España por Grijalbo. Sale a la venta al precio de 17 euros.


Sinopsis de "50 sombras de Grey", la estudiante y el empresario de éxito

La trama de "50 sombras de Grey" comienza cuando Anastasia Steele, joven estudiante que se saca un dinerillo trabajando en una ferretería, a punto de acabar sus exámenes de la carrera de Literatura, se ve obligada a sustituir a Katherine, su mejor amiga, en una entrevista. Ésta iba a mantener un encuentro con Christian Grey, un joven empresario que ha obtenido un enorme éxito y del que todo el mundo habla, pero está enferma, así que le da las preguntas elaboradas a Anastasia, que queda impresionada gratamente por la apariencia física de Grey, y por su carácter dominante y controlador.

Días después, Grey acude a la tienda donde trabaja Anastasia, que no está segura de que haya sido una casualidad. Pronto recibe unas valiosas primeras ediciones que Grey le ha comprado como regalo. Así las cosas, tras coger una intensa borrachera cuando sale de fiesta con sus amigos para celebrar su licenciatura, Anastasia se sorprende a sí misma llamando por teléfono al empresario. Éste localiza la señal de su móvil y acude a su encuentro...


Crítica de "50 sombras de Grey", un fenómeno de ventas inexplicables

Como suele suceder con este tipo de fenómenos de superventas, conviene acercarse con cautela. A veces son un fraude engrandecido por obra y gracia del marketing. Y más aún si se trata de una novela erótica, género un tanto desfasado desde que se describe con bastante detalle las relaciones sexuales de los personajes en la mayoría de libros modernos que salen al mercado. ¿Será cierto el antiguo dicho "algo tendrá el agua cuando la bendicen?".

En este caso no se entiende muy bien qué ha causado el fenómeno de "50 sombras de Grey". Sin duda, los críticos más puristas pueden arremeter fácilmente contra la obra de Erika Leonard, por sus giros predecibles de folletín decimonónico y novela rosa, su estilo literario un tanto sencillo, y su aparente ligereza y falta de pretensiones.


Unos personajes muy tópicos

Los personajes no pueden resultar más tópicos, sobre todo secundarios como el 'amigo y confidente en realidad enamorado' o la 'amiga guardiana' por lo que resulta difícil imaginar que para algún lector puedan resultar cercanos. Tampoco consigue ser excesivamente original la protagonista, Anastasia, un tanto ingenua y alocada, pero inteligente, mil veces vista en este tipo de novelas.

Por su parte, el personaje central masculino, Grey, arquetipo del príncipe azul adaptado a los tiempos modernos, suena a mil veces visto. Al principio del libro, se le dan ciertas dosis de misterio como para que el lector se sienta intrigado, pero pronto queda de manifiesto que no depara grandes sorpresas.


El plato fuerte es el erotismo de la novela, con tintes sadomasoquistas light. Las secuencias tórridas son bastante explícitas, por lo que no decepcionarán a quienes vayan buscándolas. ¿Será por eso por lo que ha triunfado? El final en teoría está pensado para dejar al público con ganas de la segunda entrega, aunque quienes tengan un poco de criterio habrán tenido ya más que suficiente.


En suma, el peor fenómeno de masas literario desde la saga de "Crepúsculo", esta vez sin la excusa de que supuestamente se dirige a adolescentes, lo que dejaba el beneficio de la duda sobre si a su público le pudiera gustar. Para disfrutar el libro de Erika Leonard es necesario tener unas tendencias sadomasoquistas más grandes que las de la propia protagonista.