Reseña de "Sabotaje", de Arturo Pérez-Reverte

"Bajo la pérgola de la terraza se veían cinco manchas blancas y un punto rojo. Las manchas correspondían a la pechera y el cuello de una camisa, dos puños almidonados y un pañuelo que asomaba en el bolsillo superior de una chaqueta de smoking. El punto rojo era la brasa de un cigarrillo en los labios del hombre que permanecía inmóvil en la oscuridad".

Tras el éxito de ventas de "Falcó" y "Eva", Arturo Pérez-Reverte firma la tercera entrega de las peripecias del mercenario que combate en los años 30 del lado franquista en la Guerra Civil Española. Por el momento será la última entrega de la saga, ya que el autor pretende aparcarla temporalmente para dedicarse a otros proyectos; anuncia que su próximo proyecto será una novela histórica sin especificar más detalles.

Fiel a sí mismo, el autor ya ha desatado la polémica, sobre todo en redes sociales con sus declaraciones para vender el libro: "Picasso no pintó el Guernica por patriotismo, sino por muchísimo dinero”, ha afirmado. Sin duda se le da bastante bien hacer ruido.

Alfaguara publica "Sabotaje", en edición en tapa dura con sobrecubierta, que sale a la venta al precio de 19,85€. También está disponible en versión e-book para descargar, por 10,44€.

Sinopsis de "Sabotaje", un doble encargo


Esta vez la trama comienza en mayo de 1937. Mientras continúa la Guerra Civil en España, el Almirante de la inteligencia franquista envía a Lorenzo Falcó a París con dos misiones.

Por un lado deberá desprestigiar a un intelectual de izquierdas ante sus camaradas soviéticos, pero también tiene que evitar a toda costa que el "Guernica", cuadro que ultima Pablo Picasso llegue a la Exposición Universal, donde la República pretende conseguir apoyo internacional. Todo se complicará más de lo esperado.

Crítica de "Sabotaje", la serie se agota
Más de lo mismo, la novela aporta poco a la franquicia, hasta el punto de que el personaje no evoluciona. El autor compone una trama facilona, y escasa, con pocos hechos, pese a que ha combinado dos encargos distintos a los que se enfrenta el protagonista, quizás para alargar el libro. Disimula como puede, con su táctica habitual de introducir larguísimos diálogos, que en demasiadas ocasiones aportan poco al desarrollo. Todo indica que si ha decidido dejar en barbecho al protagonista ha sido porque él mismo ha constatado enormes señales de agotamiento.

También recurre a una ambientación de Wikipedia de la capital de Francia en los años previos a la invasión nazi, con muchas alusiones a sucesos políticos de la época, citas a marcas y a escenarios míticos, y aparición de diversos personajes históricos, sobre todo del mundo del arte, para que parezca bastante documentada. De hecho se le suele elogiar por este aspecto en las reseñas, como también sucedía, no se sabe bien por qué, en sus volúmenes de Alatriste.

Como en sus dos anteriores apariciones, se presenta al personaje central como prototipo de macho alfa, con nuevas conquistas de féminas que parecen existir sólo para recordarle su pericia para las artes amatorias. Además, sale airoso de diversas peleas, y hasta se enfrenta a novelistas de la época, sin despeinarse, al más puro estilo de James Bond. Posiblemente este hecho no desagradará a quienes busquen aventuras propias de un cómic de "Roberto Alcázar y Pedrín", que posiblemente le habrán servido de inspiración al autor.

Como punto a favor, cabe destacar su crítica objetiva a ambos bandos de la contienda, presente ya en la saga, pero que en esta ocasión se subraya todavía más. El personaje sirve a los nacionales por dinero, se declara más cercano a los republicanos, pero como toda España ha llorado muertes llevadas a cabo por parte de ambas facciones, y también es consciente de la peligrosidad de la URSS, y de la brutalidad del grueso de los milicianos. Posiblemente por este aspecto le caerán más críticas que las estrictamente literarias, pero precisamente es lo que le falta a muchos otros libros. Ya podrían muchos tomar nota.

    

Reseña de "El día que se perdió el amor", de Javier Castillo.

"Eran las diez de la mañana del 14 de diciembre. Un pie descalzo pisó el asfalto de Nueva York y una sombra femenina se dibujó frente a él. El otro pie se posó con cuidado, tocando el suelo con sus finos dedos llenos de suciedad. Estaba desnuda, con la piel pálida, las piernas y los pies renegridos y su largo cabello castaño bailando al son de los vehículos. Su cintura se contoneaba suavemente de lado a lado con cada paso que daba; pisaba despacio, como si no quisiera hacer ruido".

El joven malagueño Javier Castillo logró un enorme éxito con su primera novela, "El día que se perdió la cordura", elaborada durante año y medio mientras viajaba en el tren de cercanías, en sus desplazamientos a su puesto de trabajo como consultor financiero. Editado primero en una plataforma digital, después apareció en papel, en 2016, en Suma de Letras.

Ahora, ha escrito una especie de secuela, donde remata puntos inconclusos del anterior, formando una especie de bilogía.

Suma de Letras publica "El día que se perdió el amor", en edición en tapa blanda, de 432 páginas, que sale a la venta al precio de 17,00€. También está disponible en versión para descargar, para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "El día que se perdió el amor", las notas misteriosas

2014 en Nueva York. Una joven con muestras de haber sido agredida aparece en las instalaciones del FBI. El Inspector Jefe Bowring, agente despistado con dificultades para averiguar cualquier asunto, investiga unas notas que llevaba, con nombres y fechas. Una de las personas aludidas en las mismas muere horas después decapitada.

El crimen causa revuelo tras aparecer en los medios de comunicación. Además, tras un interrogatorio queda claro que la chica puede advertir sobre nuevas víctimas, y que además conoce datos sobre el caso de Kately Goldman, que Bowring trata de desentrañar desde hace años. Mientras Stella Hyden convive con Jacob, el hombre de su vida, tratando de asumir su verdadera identidad.

Crítica de "El día que se perdió el amor", una nueva taza de café

El autor ata algunas incógnitas que quedaron sueltas en su obra anterior, por lo que quizás no funcione del todo como obra independiente; en cualquier caso conviene leerla sólo después de "El día que se perdió la cultura". A quienes aquélla les parezca un fenómeno editorial totalmente inexplicable, pueden abstenerse perfectamente, pues ofrece más dosis de los mismos ingredientes, por ahora no se detecta una evolución visible.

Así, ofrece una intriga criminal más sencilla que la anterior, que más o menos absorbe al lector predispuesto a ello, con un desenlace efectista, no del todo convincente. Su prosa no pasará al panteón dedicado a Quevedo y a los grandes de la pluma en español, pues de nuevo escribe con un estilo propio de un guión cinematográfico, sin calentarle demasiado la cabeza al lector de best-sellers. Gracias a esto al menos consigue un ritmo trepidante, por lo que la novela se acaba enseguida. Sus personajes, muchos de ellos ya conocidos, pueden intercambiarse por los de cualquier novela negra architípica, y nadie notaría la diferencia. No profundiza más en ellos, en todo caso ofrece más datos de Carla, al narrar su infancia.

Pese a ciertas críticas a los cuerpos policiales, de que avisa sobre el peligro de las sectas destructivas y un leve análisis de que el ser humano puede llegar a donde sea necesario por amor –la misma temática de su predecesora–, no parece que el autor tenga la intención de ofrecer contenidos humanísticos de calado, sino que se ha centrado en componer un entretenimiento de lo más ligero. Desentonan un poco sus toques sentimentalistas, y que en un momento dado uno de los personajes alabe su primera obra, detalle un tanto narcisista.

    

Reseña de "¡Una de vampiros! Cine y series de colmillos, sangre y crucifijos", de Juan Luis Sánchez y Luis Miguel Carmona

"Ya sabíamos que las apariciones del conde en la pantalla podían provocar pesadillas con su capa, comillos y sed de sangre. ¿Pero risa? Bueno, era cuestión de tiempo que el cine se lo tomase a cachondeo". 

Juan Luis Sánchez y Luis Miguel Carmona han escrito conjuntamente diversos libros, algunos tan valiosos como "Peter Jackson, de Mal gusto a El hobbit", primer volumen en español dedicado al realizador Peter Jackson. Ahora publican su sexto volumen para Diábolo Ediciones, tras "J.J. Abrams, de Perdidos a Star Wars", "Lucha de gigantes: Godzilla, Gamera, Mothra y otros monstruos gigantes de Japón", "James Cameron, el rey del mundo", "Miau, Miau, Miau, los gatos en el cine" y "Alienciclopedia", casi todos consagrados al género fantástico.

En esta ocasión estudian todas las apariciones de vampiros en ficciones audiovisuales, incluyendo los grandes clásicos, pero también los títulos más modernos de la fiebre posterior a la aparición de "Crepúsculo".

Diábolo Ediciones publica en España "¡Una de vampiros! Cine y series de colmillos, sangre y crucifijos" en edición en tapa dura, de 264 páginas, que sale a la venta al precio de 22,75€. No existe versión digital para descargar en Kindle (al menos por el momento.

Contenido de "¡Una de vampiros! Cine y series de colmillos, sangre y crucifijos", un trabajo muy documentado

Inaugura el ensayo una pequeña introducción que indaga en el nacimiento folklórico del mito de los vampiros y sus orígenes literarios, pero que también sitúa las apariciones de estos seres en filmografías de países variopintos. Continúa con el capítulo "Vampiros clásicos", que reflexiona sobre las primeras producciones que trataron la temática, comenzando con el pionero y mago de los efectos especiales George Méliès, que en "La manoir du Diable" se adelantó un año a la publicación de "Drácula", de Bram Stoker, la novela más importante sobre estos personajes. Como no podía ser de otra manera, se detiene específicamente en dos títulos, "Nosferatu, el vampiro" (1922), de F.W. Murnau, y "Drácula" (1931), de Tod Browning.

Siguen con "Mordiscos en la Hammer", dedicado a la legendaria productora británica, que produjo los filmes más apreciados por los autores, y otros aficionados. Además, dedican un capítulo entero al cine sobre la condesa Erzsébet Bathory, y otros a las producciones españolas, a los vampiros menos convencionales, a las vampiras, a las comedias que se han reído de los chupasangres, a las películas eróticas con colmillos, a las series, y por último a los trabajos que han actualizado el mito a la edad moderna.

Reseña de "¡Una de vampiros! Cine y series de colmillos, sangre y crucifijos", un soplo de aire fresco

Como siempre, el tándem se distingue por su sentido del humor, sin que esto signifique que se renuncie a la rigurosidad, pues por ejemplo parecen estar citadas con exhaustividad todas las incursiones en este terreno a lo largo de las décadas. Abundan los datos documentados. Aunque los autores comenten más o menos su opinión, se abstienen de extensas consideraciones personales, o de largas reflexiones. No pueden resistirse a incluir algún que otro rumor, como el de que la esposa de Christopher Lee se asustó al verle como el Conde Drácula en la pantalla por lo que no quería acostarse con él. Pero en estos casos dejan claro que no se trata de hechos contrastados.

A lo largo de las numerosas páginas del volumen, hacen gala de un estilo tan ágil como dinámico. Se les nota bastante desencantados con la mayoría de títulos que se ruedan ahora. Por esta razón, las páginas tienen un tono nostálgico bastante agradable. 

Pese a los numerosos títulos similares que han aparecido en librerías, Carmona y Sánchez logran bastante frescura. El lenguaje de estos escritores y analistas tiene gran encanto. En general mantienen el nivel a lo largo de todas sus páginas, aunque cautivan especialmente en los apartados dedicados a la condesa sangrienta, y a las vampiras de todos los tiempos.

Como es habitual en los libros de Diábolo, la edición está muy cuidada, con un diseño atractivo y profusión de fotografías –muy bien seleccionadas– a todo color. Ideal si tienes que hacerle un regalo a algún apasionado del fantaterror.

udsafasd   

Reseña de "Un polvo en condiciones", de Irvine Welsh

"Ronald Checker no está acostumbrado a que no le reconozcan. Es un influyente promotor inmobiliario, además de una figura conocida de la televisión gracias a "El pródigo", un exitoso reality. Descendiente de una pudiente familia de At-lanta y graduado en Harvard, siguió los pasos de su padre y se convirtió en promotor. Ron Checker y su padre nunca estuvieron muy unidos, por lo que el hijo no dudó en tirar de los contactos del viejo, en plan mercenario. Al final, el hijo acabó teniendo más éxito que el padre, no solo en el Sur de Estados Unidos, sino en todo el mundo. Ron decidió hacer un programa de televisión y convertirse en la versión sureña, juvenil y punki de Donald Trump".

Irvine Welsh (27 de septiembre de 1958), conocido sobre todo por "Trainspotting", vuelve a escribir una novela que transcurre en Edimburgo, su ciudad natal, tras el paréntesis que supuso "La vida sexual de las gemelas siamesas", que tenía lugar en Miami. "Después del referéndum por la independencia era un buen momento para volver a Escocia", ha declarado el escritor.

Anagrama publica en España "Un polvo en condiciones", en edición en tapa blanda, de 464 páginas, que sale a la venta al precio de 21,75€. También está disponible en versión para descargar, para kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "Un polvo en condiciones, el taxista y sus clientes


Es habitual que sus obras compartan personajes, habiendo creado un universo propio. Esta vez, recupera a Juice Terry, peculiar taxista a punto de convertirse en sexuagenario, que ya ha aparecido en las novelas del autor "Cola" y "Porno". Además de supervisar una sauna para un gángster, y rodar películas porno de mala calidad, en su vehículo llevará a una dramaturga que sólo piensa en el suicidio, en un funeral se reencontrará con una antigua amante; ayudará a su medio hermano con discapacidad a encontrar a su novia desaparecida, y ejercerá como chófer para Ronald Checker, rico promotor inmobiliario estadounidense, y presentador de un exitoso "reality show" televisivo, que ha viajado a Escocia en busca de un carísimo whisky.

Mujeriego implacable, la vida de Terry sufre un vuelco cuando le diagnostican un problema del corazón, que le obligará a mantener abstinencia sexual, por lo que no puede ni soñar con un polvo en condiciones. Mientras tanto, la llegada del Tocapelotas, un huracán de gran intensidad, amenaza al país.

Crítica de "Un polvo en condiciones", celibato forzado

Están presentes las señas de identidad del autor, lo que significa crudas descripciones a ritmo diabólico de anécdotas en las que están presentes el sexo más turbio, humor negro y escatología. Quizás algunos le acusen de repetirse un poco, pero nadie le puede achacar que no encontrará lo que espera entre sus páginas.

Desesperará a los críticos sesudos, pero entretendrá a quienes entiendan que Welsh no se toma sus propios textos demasiado en serio. En cualquier caso, acumula momentos divertidos, pese a que de sus páginas se deduzca una visión bastante amarga de la sociedad moderna, quizás un poco menos nihilista que la de su famosa ópera prima, pero bastante descarnada.

Narrada intermitentemente en primera o tercera persona, no tiene un argumento demasiado elaborado, pero describe a numerosos personajes, como casi siempre de la clase obrera. Algunas creaciones tienen bastante interés, como el potentado Checker, que recuerda a Donald Trump, pese a que no existe ninguna intención de criticar su presidencia, ya que el libro se publicó originalmente en 2015 (cuando era impensable que ocuparía la Casa Blanca). Resulta inevitable que el lector se interese por la gran mayoría de los secundarios, y su devenir, por lo que logra mantener la atención. La ciudad vuelve a ser un protagonista más, reflejando cambios de los últimos años, sobre todo el aumento desmesurado de turistas, y la resaca del referéndum de independencia.