Mostrando entradas con la etiqueta Suma de Letras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Suma de Letras. Mostrar todas las entradas

Reseña de "El día que se perdió el amor", de Javier Castillo.

"Eran las diez de la mañana del 14 de diciembre. Un pie descalzo pisó el asfalto de Nueva York y una sombra femenina se dibujó frente a él. El otro pie se posó con cuidado, tocando el suelo con sus finos dedos llenos de suciedad. Estaba desnuda, con la piel pálida, las piernas y los pies renegridos y su largo cabello castaño bailando al son de los vehículos. Su cintura se contoneaba suavemente de lado a lado con cada paso que daba; pisaba despacio, como si no quisiera hacer ruido".

El joven malagueño Javier Castillo logró un enorme éxito con su primera novela, "El día que se perdió la cordura", elaborada durante año y medio mientras viajaba en el tren de cercanías, en sus desplazamientos a su puesto de trabajo como consultor financiero. Editado primero en una plataforma digital, después apareció en papel, en 2016, en Suma de Letras.

Ahora, ha escrito una especie de secuela, donde remata puntos inconclusos del anterior, formando una especie de bilogía.

Suma de Letras publica "El día que se perdió el amor", en edición en tapa blanda, de 432 páginas, que sale a la venta al precio de 17,00€. También está disponible en versión para descargar, para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "El día que se perdió el amor", las notas misteriosas

2014 en Nueva York. Una joven con muestras de haber sido agredida aparece en las instalaciones del FBI. El Inspector Jefe Bowring, agente despistado con dificultades para averiguar cualquier asunto, investiga unas notas que llevaba, con nombres y fechas. Una de las personas aludidas en las mismas muere horas después decapitada.

El crimen causa revuelo tras aparecer en los medios de comunicación. Además, tras un interrogatorio queda claro que la chica puede advertir sobre nuevas víctimas, y que además conoce datos sobre el caso de Kately Goldman, que Bowring trata de desentrañar desde hace años. Mientras Stella Hyden convive con Jacob, el hombre de su vida, tratando de asumir su verdadera identidad.

Crítica de "El día que se perdió el amor", una nueva taza de café

El autor ata algunas incógnitas que quedaron sueltas en su obra anterior, por lo que quizás no funcione del todo como obra independiente; en cualquier caso conviene leerla sólo después de "El día que se perdió la cultura". A quienes aquélla les parezca un fenómeno editorial totalmente inexplicable, pueden abstenerse perfectamente, pues ofrece más dosis de los mismos ingredientes, por ahora no se detecta una evolución visible.

Así, ofrece una intriga criminal más sencilla que la anterior, que más o menos absorbe al lector predispuesto a ello, con un desenlace efectista, no del todo convincente. Su prosa no pasará al panteón dedicado a Quevedo y a los grandes de la pluma en español, pues de nuevo escribe con un estilo propio de un guión cinematográfico, sin calentarle demasiado la cabeza al lector de best-sellers. Gracias a esto al menos consigue un ritmo trepidante, por lo que la novela se acaba enseguida. Sus personajes, muchos de ellos ya conocidos, pueden intercambiarse por los de cualquier novela negra architípica, y nadie notaría la diferencia. No profundiza más en ellos, en todo caso ofrece más datos de Carla, al narrar su infancia.

Pese a ciertas críticas a los cuerpos policiales, de que avisa sobre el peligro de las sectas destructivas y un leve análisis de que el ser humano puede llegar a donde sea necesario por amor –la misma temática de su predecesora–, no parece que el autor tenga la intención de ofrecer contenidos humanísticos de calado, sino que se ha centrado en componer un entretenimiento de lo más ligero. Desentonan un poco sus toques sentimentalistas, y que en un momento dado uno de los personajes alabe su primera obra, detalle un tanto narcisista.

    

Crítica de "El otro hijo", de Sharon Guskin



“Se vio obligado a reconocerlo: echaba de menos estar metido en un caso. Echaba de menos incluso las máquinas de microfichas que se veía obligado a utilizar antes de que todo estuviera en internet y que estaban invariablemente metidas en un rincón, rodeadas por estanterías repletas de polvorientos atlas y enciclopedias”.

"El otro hijo" supone el debut como novelista de Sharon Guskin, hasta ahora guionista y productora de documentales, como "Stolen" y "On Meditation".

Graduada de Yale y la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia, comenzó a documentarse sobre el mundo de los niños cuando trabajó en un campo de refugiados en Tailandia, y más tarde como voluntaria en un hospicio. Vive en Brooklyn con su esposo y sus dos hijos.

Suma de Letras publica en España "El otro hijo", en edición en tapa blanda, de 504 páginas, que sale a la venta al precio de 18,90€ . También está disponible para descargar en e-book, para Kindle, por 8,54€.

Argumento de "El otro hijo", el niño que quería regresar a casa

Al cumplir los treinta y nueve años, Janie Zimmerman decide tomarse unas vacaciones, como una forma de eludir la tristeza. Se traslada a Trinidad, donde una noche se decide a tomar una copa en el bar del hotel. Allí conoce a Jeff, un hombre de Houston con el que mantiene una noche de pasión. Resulta que se queda embarazada.

Cuatro años más tarde, su hijo acude a clases de preescolar, pero se comporta de forma extraña, pues menciona de forma habitual a su 'otra madre', expresa deseos de regresar con ella, y también recuerda la trama de los libros de Harry Potter, aunque nunca los ha leído.

Los psiquiatras y especialistas diagnostican que el chico padece un principio de esquizofrenia. Pero Janie descubre casualmente en un documental al Dr. Jerome Anderson, que durante décadas ha estudiado casos de niños que recuerdan detalles de sus vidas anteriores...

Reseña de "El otro hijo", sobre la reencarnación

Relato materno-filial que acaba resultando muy emotiva, y que además describe la desesperación a la que puede llegar una madre cuando la medicina convencional no puede solucionar el problema de su hijo. Además, a la debutante Guskin se le da bastante bien crear una atmósfera sugerente, mantener la atención del lector, y divagar sobre el mundo de lo sobrenatural.

Aunque en un principio llamará la atención sobre todo del público interesado en el esoterismo y la reencarnación, lo cierto es que su frescura convencerá a cualquier lector, así como su cuidada creación de personajes. El argumento está bien tejido, y se han incorporado bastante bien los diversos elementos de temática fantástica.

No se trata de una novela vacía, pues desarrolla diversos temas, como el perdón, y se critica el funcionamiento de la comunidad científica, que da de lado de inmediato a quienes toman caminos poco convencionales.

(Puede adquirirse pinchando en el enlace).