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Crítica de "4 3 2 1", de Paul Auster

"Según la leyenda familiar, el abuelo de Ferguson salió a pie de Minsk, su ciudad natal, con cien rublos cosidos en el forro de la chaqueta, y pasando por Varsovia y Berlín viajó en dirección oeste hasta Hamburgo, donde sacó billete en un buque llamado The Empress of China, que cruzó el Atlántico entre agitadas tormentas invernales y entró en el puerto de Nueva York, el primer día del siglo XX".

Hace muchos años que Paul Auster no publica una novela digna de tal nombre, todo han sido novelas cortas y más entregas de sus memorias, donde precisamente describe su existencia como poco trascendental. Pese a lo bien que escribe, quedaba la sensación de que no aportaban nada nuevo, que se limitaba a sacar nuevo material para ingresar dinero.

Pero ahora, ha vuelto a entregar un libro ambicioso. De hecho, "4 3 2 1" es el más extenso de toda su carrera.

Seix Barral publica en España "4 3 2 1", en edición de 960 páginas. Sale a la venta al precio de 22,70 €. Además, está disponible en versión digital para descargar (Kindle), por 12,34€.

Sinopsis de "4 3 2 1", historia de Ferguson

Empieza describiendo la llegada a Estados Unidos de Archie Ferguson, más conocido simplemente como Ferguson, el personaje central. Isaac Reznikoff, judío ruso de Minsk, desembarca en el puerto de Nueva York, se cambia el nombre por uno más americano, Ichabod Ferguson, y tras casarse desempeña diversos trabajos para sacar adelante a sus tres hijos.

Uno de ellos, Stanley, pondrá una exitosa tienda de electrodomésticos en la que da trabajo a sus dos egoístas hermanos. Conocerá a Rose, y aunque le lleva su tiempo, al final consigue que acepte contraer matrimonio con él. Fruto de la unión nacerá Archie, que con los años se convertirá en un gran apasionado del béisbol. Tratará de buscar a la mujer ideal, pero todas le van decepcionando...

¿Qué ocurriría si el pequeño no hubiera caído de un árbol con fatales consecuencias? ¿Y si sus progenitores no se hubieran mudado? ¿Y si su padre no hubiera muerto para evitar que le quemaran el negocio por culpa de uno de sus tíos y se hubiera convertido en un hombre rico?

Crítica de "4 3 2 1", de nuevo música del azar

Técnicamente tan brillante como el resto de la obra austeriana, ofrece cuatro variaciones de la historia, que en un momento dado han tomado caminos alternativos. Quizás algún lector se pueda sentir desconcertado en algunos momentos (¿no había muerto el padre de Ferguson? ¿No había cambiado la familia de residencia?). Sin embargo, todo está muy bien encajado, e incrustado en los hechos históricos más significativos en Estados Unidos (la lucha por los derechos civiles, el asesinato de John F. Kennedy, la Guerra de Vietnam, etc.).

Paul Auster declara cuando tiene la oportunidad que su obra no gira siempre en torno al azar, esto sería una invención de los críticos después de que publicara "La música del azar". Pero en el texto no para de describir sucesos fortuitos que resultan decisivos. De hecho lo hace desde el principio, cuando un olvido y una confusión determinan el apellido de la familia, hasta que habla del Sistema de Servicio Selectivo, que elige por sorteo a los reclutas que se incorporarán al ejército, cambiando sus existencias para siempre.

Los personajes están muy bien descritos, debido a que en un libro tan largo, tiene espacio de sobra. Pero varían en cada una de las versiones, sobre todo el protagonista, que difiere en rasgos fundamentales, pues por ejemplo en una de las líneas alternativas odia la política, en otra es apasionado de Kennedy. Ocurre también con la mayoría de secundarios, si bien se mantienen más o menos iguales la tía intelectual Mildred, la vivaz prima Francie, y la comprensiva Rose, madre de Ferguson, quizás los tres personajes que dejan más poso. También tiene su atractivo Amy Schneiderman, cuyo romance con Ferguson cambiará sus diferentes vidas por completo.

Como no podía ser de otra manera en un trabajo de Paul Auster, abundan los elementos autobiográficos, pues cuenta la historia de una familia judía, el protagonista pasa su infancia en Nueva Jersey, y tiene un padre ausente, poco afectuoso. Un rayo tiene consecuencias letales, lo que recuerda al episodio de la vida del autor en que fue testigo de la muerte súbita de un compañero de los boy scouts alcanzado por uno.

En suma, se lee muy bien (pese a algún bajón de ritmo puntual y a su enorme extensión). Y hasta deja con ganas de más cuando termina, dejando a Ferguson a los 20 años. Los incondicionales disfrutarán con su inigualable pluma. Pero queda la sensación de que podría haber dado más de sí. ¿Por qué no ha llevado más al límite su propuesta, proponiendo que el protagonista hubiera tenido unas vidas más diferenciadas? Queda la sensación de que contar cuatro historias muy similares no aporta gran cosa, y de que a pesar de todo no estamos ante una obra de las que con el tiempo serán recordadas como las fundamentales de Paul Auster.

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Crítica de "Informe del interior", de Paul Auster


Desde hace varios años, Paul Auster parece obsesionado con entregar un libro al año, pero sin que le importe demasiado el contenido del mismo. Se diría que desde "Brooklyn Folies", del ya lejano 2005, el Premio Príncipe de Asturias ni siquiera intenta abordar una novela de peso, sino que se limita a los trabajos asumidamente menores. Que levanten la mano aquellos que desde ese año, no mezclen los títulos y los argumentos, pues se trata de libros que dejan poco poso.
Lo mismo ocurre con "Informe del interior", que continúa la línea autobiográfica de "La invención de la soledad", "A salto de mata" y "Diario de invierno", el inmediatamente anterior.
"Informe del interior" ha sido publicado por Anagrama, en edición de 330 páginas en tapa blanda. Sale a la venta al precio de 18,90 €.
Crítica de "Informe del interior", infancia y juventud de Paul Auster
Aunque a priori, "Informe del interior" parece una continuación fácil de "Diario de invierno", el escritor atrapa como es habitual con su técnica a prueba de bombas, haciendo gala como en aquél de una utilización modélica y muy sugerente de la segunda persona, una de las más difíciles de utilizar.
También es justo reconocer que a medida que el lector se interna en el libro, quedará seducido por su modélico tratamiento de temas, muchos de ellos no excesivamente presentes en la obra anterior del autor.
"Informe del interior" consta de tres partes, además de un apéndice de imágenes titulado 'Álbum'. La primera, que se llama igual que el libro, posiblemente es la mejor, en torno a la infancia de Paul Auster, hasta los 12 años. Repasa entre otros asuntos las primeras películas y libros que le dejaron huella, el descubrimiento de sus orígenes judíos, su primera separación larga de sus padres para acudir a un campamento de verano, su baile con una atractiva compañera, etc. 
Lleno de anécdotas de interés –especialmente la que narra al final–, el autor aborda con enorme valentía a la hora de autoexponerse, las vivencias de infancia que han permanecido en su memoria, y las que en mayor o menor medida han podido influir en su personalidad y en su carrera literaria. En la medida en la que todo lo que cuenta es fácil de extrapolar a las propias experiencias del lector, llega a resultar bastante nostálgico e intenso.
Películas y cartas
"Dos golpes en la cabeza" tiene un interés menor. Como acostumbra a hacer en al menos una ocasión en cada una de sus últimas obras, Auster filtra desde su punto de vista el argumento de dos películas, que en este caso han sido especialmente significativas en su vida: El increíble hombre menguante y Soy un fugitivo. En algunos pasajes, consigue expresar lo que sintió cuando vio por primera vez algunas de sus imágenes, pero por lo general, para quiénes conozcan los films, resulta un ejercicio un tanto tedioso.
Por suerte, Auster recupera la forma en "La cápsula del tiempo", donde cuenta que su ex esposa, Lydia Davis, le entregó fotocopias de las cartas que él le enviaba en su juventud. Resultan hacer las veces del diario que Auster nunca escribió en esa época, y que echaba de menos como retrato de cómo era entonces, muy distinto en forma de ser a la actualidad. El lector también se sentirá identificado con sus interrogantes acerca del futuro, su enamoramiento juvenil, etc.

Crítica de "Diario de invierno", de Paul Auster

Paul Auster se ha propuesto tener una cita anual con sus lectores durante algún tiempo, lo que sus numerosos aficionados en todo el mundo agradecen. Sin embargo, también es cierto que desde "Brooklyn Follies", del año 2005, el escritor parece empeñado en publicar libros deliberadamente menores. La sensación es de que la mayoría de los veces sólo ha querido cumplir con sus editores, pero rehuye superarse el desafío de superarse a sí mismo...

Es lo que ocurre con "Viajes por el Scriptorium" y "Un hombre en la oscuridad", claros ejercicios de estilo con poca enjundia. Le quedó mucho más redonda "Invisible", quizás su mejor obra del último lustro, con pocas novedades pero gran interés. 

Tras "Sunset Park", que empieza con fuerza, pero se acaba apresuradamente, Anagrama publicó en España "Diario de invierno", que tampoco tiene grandes pretensiones. La edición de 244 páginas salió a la venta al precio de 18,90€.

Sinopsis de "Diario de invierno", vuelve el Paul Auster autobiográfico
En "Diario de invierno", Paul Auster retoma su faceta autobiográfica mostrada anteriormente en los libros "A salto de mata" y "La invención de la soledad". En primer lugar repasa acontecimientos de diferentes etapas de su vida que se le quedaron grabados, como el golpe que recibió cuando uno de los jugadores contrarios se le avalanzó encima durante un partido de béisbol, su descubrimiento del sexo junto con una prostituta, una reflexión sobre la edad de las personas que le brinda su admirado actor Jean-Louis Trintignant, y sobre todo un accidente de coche del que se siente tremendamente culpable.

Además, el escritor rememora la totalidad de las casas donde ha vivido a lo largo de su vida, desde la calle South Harrison, 75, en Nueva Jersey donde su famiila habitó cuando era un bebé, y de la que no conserva ningún recuerdo, pasando por sus residencias en París durante su juventud, y las que compartió con sus parejas.

Crítica de "Diario de invierno", un libro en segunda persona
En esta ocasión, aunque está hablando de sí mismo, Paul Auster escribe en segunda persona, una técnica difícil pero que ya le había dado buen resultado en alguna otra obra. Gracias a eso logra bastante fuerza, al tiempo que provoca la sensación de que el autor se observa a sí mismo, autoexaminándose para llegar a algún tipo de conclusión. Como es habitual, el estadounidense demuestra su dominio de las estructuras imaginativas, y por ejemplo su pausado repaso a sus diferentes residencias, 21 en total, resulta bastante fresco.

El libro lo devorarán sus apasionados seguidores de principio a fin, y también quienes deseen tener un primer acercamiento a la obra del prolífico escritor neoyorquino. Indaga en temas de calado, fundamentalmente el paso del tiempo, la muerte, la fugacidad del ser humano y la superación del dolor. Escrito cuando el autor se acerca a la edad oficial de jubilación -aunque a él sin duda le queda cuerda para rato- parece que se siente más impulsado que nunca a reflexionar sobre el destino inevitable del ser humano y lo efímero de su existencia.

Un conjunto deslabazado
Por lo demás, apenas aporta novedades al universo de Auster. La mayoría de datos que ofrece sobre su vida son ya sobradamente conocidos, y aunque al principio promete, no aporta la profundidad que sería deseable. Queda una serie de pensamientos interesantes, a veces un tanto deslabazados.

En suma, aunque el conjunto en suma se lee de un tirón, como es habitual en la obra del autor de "La música del azar", ya va siendo hora de que un año de éstos se proponga -aunque finalmente no lo consiga- redactar un libro que tenga vocación de ocupar una de las primeras posiciones en la lista de sus obras fundamentales.

Crítica de "Sunset Park" de Paul Auster

Paul Auster escribe a buen ritmo. Desde hace algún tiempo sus obras llegan a los lectores más o menos con carácter anual. Sin embargo, desde "Brooklyn Follies", del ya lejano 2005, el escritor estadounidense parece rehuir la elaboracíon de una gran novela, y lo que ofrece sabe a poco, a destellos de su buen hacer para mantener contentos a sus incondicionales y nada más.

Sus libros "Viajes por el Scriptorium" y "Un hombre en la oscuridad" eran más bien ejercicios de estilo para apasionados, con pocas novedades respecto al resto de su bibliografía. Tiene mucho más interés "Invisible", su trabajo de 2009, por su perfección técnica al contar la historia en tres partes distintas, en primera, segunda y tercera persona, y porque la narración es mucho más redonda.

Así las cosas, se esperaba que su nuevo trabajo fuera un intento de volver a su época dorada. El resultado se queda un poco a medio camino, pero tiene gran interés.

Sinopsis de "Sunset Park"
"Sunset Park" sigue los pasos de Miles Heller, un joven que trabaja vaciando el interior de viviendas embargadas por el banco, en las que sus propietarios han dejado algunas de sus pertenencias. Heller es un chico atormentado por culpa de un trágico accidente que le costó la vida a su hermanastro, y del que se siente culpable. Años atrás, rompió por completo el contacto con su familia, tras escuchar por casualidad una conversación entre su padre y su nueva esposa en la que se le criticaba.

Ahora, Heller vive feliz tras iniciar una relación con PIlar, pero ésta es menor de edad, y su hermana amenaza a Heller con comunicárselo a la policía si no le trae objetos de los que dejan los inquilinos de las casas que vacía. Ante el chantaje, Heller decide volver a su ciudad, Nueva York, hasta que Pilar cumpla la mayoría de edad. Durante ese tiempo, convivirá con un grupo de chicos que se han apropiado de una casa abandonada.

Crítica de "Sunset Park"
Los apasionados del escritor disfrutarán de una nueva exhibición técnica de Paul Auster, que sigue el periplo de una serie de interesantísimos personajes que confluyen alrededor del protagonista. Destaca el padre de éste, el editor Morris Heller, un hombre en busca de sí mismo incapaz de soportar las tragedias que se desatan a su alrededor, y de mantener la relacion con su pareja. Pero también son apasionantes la compañera artista, la que prepara una tesis doctoral, la madre de Miles, una actriz famosa que se preocupó más por su carrera que por su hijo, etc.

El ingenioso autor hace gala de una compleja estructura, tan personal como suele ser habitual. En esta ocasión, desarrolla los diferentes relatos con gran maestría, desde los diferentes puntos de vista de los implicados. A nivel narrativo pocas críticas se le pueden realizar a Paul Auster, como cabía esperar.

Una historia de dolor
Recupera Auster temas omnipresentes en sus libros, sobre todo los encuentros y desencuentros con los seres queridos, y las relaciones amorosas. Surgen de nuevo asuntos como la vocación artística, las narraciones sobre jugadores de béisbol como metáfora de la vida, el infortunio casual y el sufrimiento. También aprovecha para hablar de cine, y si en su libro anterior diseccionaba el drama "Cuentos de Tokio", de Yasuhiro Ozu, en esta ocasión tiene una gran importancia "Los mejores años de nuestra vida", de William Wyler.

Aporta una impactante descripción de la sociedad americana actual, que acusa las consecuencias de la crisis económica, donde numerosas personas son desalojadas de sus casas a diario por no pagar la hipoteca. El grupo de 'okupas' está formado por chicos llenos de ilusiones pero con escasos recursos económicos, lo que les convierte en representativos de la juventud actual.
El libro está lleno de hallazgos, atrapa al lector, y se lee de un tirón. Sin embargo, parece apresuradamente acabado, la sensación es que podía haber dado mucho más de sí y de que la mayoría de los secundarios están desaprovechados. Es inevitable pensar que no estamos ante una de las obras mayores de un autor que ha sido responsable de grandes títulos como "La trilogía de Nueva York", "La música del azar" o "La noche del oráculo".