Mostrando entradas con la etiqueta John le Carré. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta John le Carré. Mostrar todas las entradas

Reseña de "Un hombre decente", de John Le Carré

"Nuestro encuentro no estaba planeado. Ni por mí, ni por Ed ni por ninguno de los que presuntamente le tiraban de los hilos. Yo no estaba en el punto de mira. Ed tampoco. No éramos objeto de vigilancia, ni encubierta ni directa. Me lanzó un desafío deportivo. Lo acepté. Jugamos. No hubo premeditación, connivencia ni complicidad. Hay en mi vida acontecimientos —pocos en los últimos tiempos, cierto es— que sólo admiten una versión. Nuestra reunión es uno de ellos. Mi relato de los hechos no ha variado un ápice en todas las ocasiones en que me han obligado a repetirlo".

Tras sincerarse en sus memorias, "Volar en círculos", en realidad una recopilación de anécdotas representativas de lo que ha sido su vida, John LeCarré –que describió como nadie la Guerra Fría– regresa al terreno donde nadie le hace sombra, la novela de espionaje. Avisa de que puede suponer su último trabajo, pues le han diagnosticado cáncer, lo que en cualquier caso no significa que haya perdido la pasión por escribir.

Su obra tiene tanta difusión, que hace poco tiempo Sir Richard Dearlove, ex jefe del Servicio de Inteligencia Británico, le criticó por ofrecer una imagen poco complaciente del MI6. "¡No lo escribí [se refiere a su nuevo trabajo] para que le gustara!", declara el autor. "Se le ha metido en la cabeza que puedo desmoralizar a los agentes secretos. Pero no me preocupa. Le agradezco, eso sí, la publicidad que me brinda poco antes de la publicación de la novela. Aunque es muy probable que éste sea mi último libro".

Planeta publica en España "Un hombre decente", en edición en tapa dura con sobrecubierta, de 368 páginas, que sale a la venta al precio de 20,42€. También está disponible en versión para descargar para Kindle, por 9,49€.

Sinopsis de "Un hombre decente", el maestro del bádminton

A sus 47 años, el veterano de los servicios secretos británicos Nat –hijo de un militar escocés y una aristócrata rusa– se siente desfasado, y está poco motivado en su trabajo. Tras veinticinco años en el extranjero, le colocan al frente de El Refugio, un caótico grupo de agentes en Londres, en el que destaca la valiosa Florence, pero él parece más interesado en acudir con regularidad a un club deportivo para dar rienda suelta a su pasión: el bádminton. Al ser el mejor jugador del lugar, sus compañeros le retan continuamente, por su fama de imbatible.

Un día aparece por allí el solitario Ed Shannon, mucho más joven, que le suplica competir contra él en un partido. Éste no consigue ganarle pese a la diferencia de edad, pero ambos inician una relación de amistad, pues tras cada nuevo enfrentamiento acuden a un pub a charlar mientras beben unas jarras de cerveza. Shannon resulta ser un tipo enfurecido y desencantado con la realidad política.

Mientras Florence ha puesto en marcha por iniciativa propia la vigilancia de un amenazador oligarca ucraniano involucrado en una cadena de capítulos turbios, Nat descubrirá que Ed no se ha aproximado a él –y a su mujer, la abogada Prue– por casualidad.

Crítica de "Un hombre decente", un literato honesto

Para quienes nos iniciamos en la lectura de los grandes superventas sobre acontecimientos recientes de la Historia con John le Carré, Frederick Frederick Forsyth, Dominique Lapierre y otros, reencontrarse con el primero, y reconocer su inimitable estilo supone un gran motivo de alegría. Pese a su avanzada edad, Le Carré no muestra ni mucho menos síntomas de decadencia, hasta el punto de que la nueva novela se lee con agrado, aunque también despierta cierta melancolía. Cuando fallezca se perderá a uno de los grandes representantes de una generación de autores de sólidos best-sellers que ya no se hacen, con un oficio que al menos por ahora no han logrado desarrollar sus sucesores. Ojalá el maestro tenga aún tiempo de componer algún que otro trabajo. 

Quizás no llegue a la altura de "El espía que surgió del frío", "El topo" y "La chica del tambor" –para quien escribe estas líneas sus mejores obras– pero el viejo escritor que nunca acepta premios ni reconocimientos embruja desde la primera línea, y no suelta al lector hasta el desenlace. Quien describiera como nadie la Guerra Fría, con sus intrigas y maniobras encubiertas, muestra también su valía a la hora de describir el mundo actual, marcado por asuntos como la creciente amenaza de Rusia, el Brexit o el ascenso al poder de Donald Trump, a quien un personaje califica en un momento dado como "el limpiador de basura de Putin". El propio Le Carré ha usado más que nunca a sus personajes como altavoz de sus propias ideas políticas, sobre todo parece que la emprende contra la salida de su país de la Unión Europea –pues públicamente se ha posicionado como uno de los grandes detractores–.

La historia está narrada en primera persona, por lo que consigue una enorme cercanía con Nat, el personaje central. Pero también son muy sólidos los secundarios, en especial el veinteañero que recorre la ciudad en bici Ed, y sobre todo Florence, motivada chica de buena familia capaz de todo para triunfar en su trabajo. La novela desarrolla dos tramas en paralelo que acaban cruzándose, por un lado la estrecha relación entre Nat y Ed, y por otro  la historia de Florence haciéndose pasar por periodista para enterarse de los intereses rusos. Juega a su favor que el ritmo de la narración nunca decae, y con el paso de los años el maestro ha ganado en sencillez (pese a su calidad, para leer la citada "El topo" algunos debíamos recurrir a un bloc de notas, donde apuntábamos los nombres de los personajes).

Sobre todo, "Un hombre decente" contrapone la tradición contra la modernidad de los recién llegados; en ese sentido el enfrentamiento deportivo de los protagonistas se convierte en una eficaz metáfora. Por otro lado, critica a las nuevas élites del poder, poniendo en su sitio a los populistas Trump y Putin, se habla de la paulatina pérdida de libertades en la sociedad actual y otros asuntos en boga, y de lo que se siente viéndose obligado de trabajar para un gobierno que no inspira ninguna confianza (recupera aquella amargura de Smiley, que también estaba al servicio de una causa patriótica que no le aporta nada a nivel personal). En esta ocasión, también tiene su interés su descripción de Londres, sobre todo de los barrios de Hoxton y Pimlico.

En resumen, un libro lleno de interés de un veterano solvente. Ideal para los incondicionales, pero que también entusiasmará a los recién llegados.


En caso de interés, se puede adquirir pinchando en los enlaces.

Crítica de "Volar en círculos", de John le Carré

"Últimamente, paso muchos ratos perdidos preguntándome cómo habría sido mi vida si no hubiera salido huyendo de mi colegio británico, o si hubiera escapado en otra dirección. Tengo la impresión de que todo lo sucedido a partir de entonces fue consecuencia de aquella impulsiva decisión adolescente de huir de Inglaterra por la vía más rápida posible y de abrazar a la musa alemana como madre adoptiva".

Han pasado tres años desde "Una verdad delicada", último trabajo hasta la fecha de John le Carré. Se esperaba como agua de mayo su siguiente obra, si bien no ha compuesto una novela, sino una rememoración de su propia vida.

Planeta publica en España "Volar en círculos", en edición en tapa dura con sobrecubierta, de 462 páginas, que sale a la venta al precio de 20,81€. También está disponible para descargar en edición digital por 12,34€. Ideal para quienes tengan pensado regalar libros en la Navidad 2016.

Biografía de John le Carré, el escritor que surgió del espionaje

Nacido el 19 de octubre de 1931, David Cornwell (nombre auténtico del escritor) tuvo una infancia difícil, pues su madre abandonó la residencia familiar, y tanto él como su hermano mayor quedaron a cargo de su padre, involucrado en diversas estafas, por lo que pasaba algunas temporadas en prisión.

Estudió en Berna y Oxford, para después formar parte del MI6, el servicio de Inteligencia de Gran Bretaña, entre 1960 y 1964.

Entre su amplia producción literaria destacan las cinco novelas protagonizadas por el agente George Smiley: "Llamada para el muerto" (1961), que supuso su debut literario, "Asesinato de calidad" (1962), "El topo" (1974), "El honorable colegial" (1977) y "La gente de Smiley" (1979).

Como secundario aparece en otras tres, "El espía que surgió del frío" (1963), "El espejo de los espías" (1965), y "El peregrino secreto" (1990).

No acepta ningún premio ni distinción literaria, las rechaza directamente. Contra su voluntad el Instituto Goethe le otorgó la Medalla Goethe.

Crítica de "Volar en círculos", capítulos de una vida

En un momento en el que en el mercado abundan las biografías, en muchos casos de personajes asociados al mundo del corazón, sin demasiado interés, merece la pena que se haya lanzado a evocar su periplo nada menos que John le Carré, que describió como nadie la época de la Guerra Fría en sus relatos de espías, y que también ha divulgado otros episodios decisivos.

Sus incondicionales tenían grandes expectativas en torno a este volumen, pues sobre todo esperaban que aclarara cómo fue su época como espía, de la que hasta ahora ha dado sólo detalles vagos. Éstos pueden decepcionarse en cierta medida, pues no ofrece información relevante, que no se supiera ya de lo que él mismo ha contado en entrevistas (a veces los datos son un poco contradictorios), y por la biografía reciente escrita por Adam Sisman.

Sin embargo, no es óbice para que el volumen carezca de interés. En realidad se limita a encadenar pequeñas anécdotas muy representativas de lo que ha sido su vida. Por poco relevante que sea cada episodio, le otorga un tono trascendente, con el que logra cierta tensión, y aparte manifiesta un enorme sentido del humor, por lo que la lectura se agiliza. Muestra una vez más su calidad técnica, y que la veteranía es un grado.

Entre lo más jugoso del texto, destaca su recuerdo de haber sido abandonado por su madre, Olive, cuando tenía cinco años, y que mucho tiempo después ésta volvió a su vida. Se detiene sobre todo en la relación con su progenitor, un estafador del que nadie se podía fiar, obsesionado por un juicio en torno a la propiedad de unas piedras, que sin embargo tenía cierto encanto. Entre las figuras internacionales, llama la atención su retrato de Yasir Arafat, con el que pasó una Nochevieja, así como con el disidente de la Unión Soviética Andréi Sajarov, y su apoyo al actor checo Vladimir Pucholt, a quien ayudó a escapar, para instalarse en Canadá, donde se recicló por completo, iniciando la carrera de Medicina.

Los cinéfilos se dejarán seducir por la historia de su encuentro con Alec Guinness, que encarnó a Smiley en las logradas series británicas "Calderero, sastre, soldado, espía" y "Los hombres de Smiley". También habla de Richard Burton, que protagonizó el largometraje que adaptaba "El espía que surgió del frío".