Crítica de "Operación Dulce", de Ian McEwan


El británico Ian McEwan es un valor seguro, por lo que se recibe gratamente la noticia de la publicación de su nueva novela tras la satírica "Solar", de 2010. El autor de las indispensables "Amor perdurable" y "Expiación" sorprende una vez más, pues ha compuesto un relato de espionaje, que además incluye sentidos homenajes a los grandes títulos sobre la Guerra Fría.
"Operación Dulce" ha sido publicada en España por Anagrama, en edición de tapa blanda, de 400 páginas, al precio de 19,19 euros.
Sinopsis de "Operación Dulce", el joven talentoso
La trama de "Operación Dulce" arranca a principios de los años 70, en plena Guerra Fría, cuando la joven Serena Frome, brillante y atractiva en extremo estudiante de Matemáticas, también muy aficionada a la lectura, es reclutada en Cambridge por el MI5.
Tras superar una entrevista personal, Serena pasa unos días ejerciendo las labores de poca monta a las que el servicio relegaba a las mujeres en aquella época, e incluso debe limpiar ocasionalmente una vivienda junto a Shirley, amiga y compañera. Allí encuentra indicios de que su antiguo amante, un maduro profesor, estaba implicado en algún misterioso asunto.
Poco después, sus superiores recurren a ella como experta en literatura para que forme parte del IRD (Information Research Department), en apoyo de la denominada Operación Dulce. Como parte de la promoción encubierta de intelectuales que critiquen el marxismo, el servicio secreto desea que Serena se acerque a Tom Healy, joven promesa al que se debe promocionar. Pero la muchacha queda seducida por el talentoso escritor.
Crítica de "Operación Dulce", crónica de la guerra intelectual contra el marxismo
Sus incondicionales en gran medida ya se lo esperan, pero lo cierto es que McEwan se luce en todo: en estructura, en profundidad de discurso y en descripción de personajes, pues hasta los secundarios (como Shirley, la compañera de la protagonista), tienen vida propia. Pero sobre todo sabe hacer apasionante un relato que quizás en otras manos podría haber resultado un tanto tópico.
Sobre todo, traza un amplio y apasionante retrato histórico de la época, marcada por la supervisión gubernamental de autores como George Orwell, presuntamente vigilado de cerca, y los empujones encubiertos a quienes más convenían para contrarrestar, en cierta medida, la atracción predominante de los autores por el bloque marxista. "Operación dulce" reflexiona con sobriedad sobre las intromisiones del gobierno en la creación artística en función de las conveniencias del momento.

Como ya demostró en su primera obra publicada, el recopilatorio "Primer amor, últimos ritos", McEwan es un maestro del relato, e incluye inspiradas composiciones teóricamente escritas en el relato por Healy, muy bien integradas en la novela, con las que el autor traza un sentido homenaje a la creación literaria. El tal Healy parece un trasunto del propio autor en sus inicios.

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