Crítica de "Bridget Jones: Loca por él", de Helen Fielding

La británica Helen Fielding obtuvo un enorme éxito en 1996 con "El diario de Bridget Jones", que recopilaba un año de la vida del personaje creado para su columna diaria de la prensa, una treintañera obsesionada con su sobrepeso, y por el hecho de no haber encontrado todavía al hombre de su vida. Su éxito propició una segunda parte, titulada "Bridget Jones: Sobreviviré", de 2001.

Ambos libros fueron llevados al cine con Renée Zellweger interpretando al personaje.

Una docena de años después de la última entrega literaria, el personaje reaparece por tercera vez. Planeta edita en España "Bridget Jones: Loca por él", que aparece en edición de 480 páginas, al precio de 19,90 €.

Sinopsis de "Bridget Jones: Loca por él", nuevos problemas

Madre de dos hijos, Bridget Jones se ha quedado viuda tras la muerte de Mark Darcy. Envuelta en nuevos problemas, y tras iniciar una relación con un hombre mucho más joven, rememora su vuelta al mercado de la búsqueda de relaciones, animada por sus amigos, que piensan que ha pasado el suficiente tiempo, y que su marido no hubiera querido que siguiera sola.

Pero el mundo ha cambiado desde que Bridget era soltera. Los hombres ya no se comportan como antes, las redes sociales han cobrado una inusitada importancia, y además, tiene que lidiar con los problemas habituales de la educación de sus retoños y con un serio intento de perder peso.

Crítica de "Bridget Jones: Loca por él", ligero pero hilarante

Como cabía esperar, sigue la senda de sus precedentes, por lo que "Bridget Jones: Loca por él" sólo pretende ser un entretenimiento intrascendente, lleno de humor, con algunos toques costumbristas, en su descripción de las mujeres urbanitas actuales. Busca claramente la complicidad de un público similar a la protagonista, que presuntamente ha podido evolucionar en el mismo sentido.

De esta forma, resulta un tanto 'facilona' la decisión de matar al esposo, pues habría sido mucho más representativo que estuviera divorciada. Quizás ha pensado la autora que esto eliminaría de un plumazo los rasgos románticos de su protagonista. Además, no acaba de resultar creíble del todo la rápida evolución del personaje, que pasa de mujer desconsolada a visitante de locales de moda en busca de un nuevo amor, lo que parece ocurrir de un plumazo. El libro rápidamente se estanca, al haberse jugado la carta de revelar más o menos el final.

A pesar de estos defectos, ofrece la esperada ración de risas. Fielding sabe sacarle punta muy bien a las novedades tecnológicas, tanto a los mandos a distancia de la tele, como a las cadenas de mails y las modernas redes sociales, especialmente a Twitter. Gracias a esto, funciona como entretenimiento menor.