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"EGB vs. ESO", de Bea Tormo

La joven riojana Bea Tormo, residente en Barcelona, ha colaborado en revistas como "El Jueves" y "Orgullo y satisfacción". También es autora del blog ...puntos suspensivos....
Despunta por sus textos, pero también por sus expresivos dibujos, lo que hacen presagiar una exitosa carrera. De momento, despunta con "EGB vs. ESO", una visión humorística del contraste entre la generación que hoy tiene más de treinta años y los jóvenes actuales. Asombra (para bien) su excelente evocación de los tiempos de la EGB, cuando en el momento de su publicación tiene 29 años.
Planeta DeAgostini publica "EGB vs. ESO", en edición de 72 páginas, en tapa dura, que sale a la venta al precio de 9,95€.
Sinopsis de "EGB vs. ESO", diferencias abismales
Viñetas humorísticas centradas en la juventud, los estudios y las relaciones paternofiliales. La autora contrapone la misma situación en dos versiones.
Una página imagina qué ocurriría hace veinte o treinta años. La otra expone lo mismo hoy en día. Las diferencias son abismales.
Crítica de "EGB vs. ESO", una mirada muy aguda
En esta obra, Bea Tormo realiza un fresco análisis sociológico, más intenso (e incluso preocupante) de lo que parecería a primera vista por el filtro de humor, en torno a lo mucho que han cambiado los jóvenes españoles, desde que estaba en vigor la Educación General Básica (EGB) hasta hoy, en tiempos de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), cuando los nuevos planes de estudio cada vez rebajan más el nivel.
Con ojo clínico y un sano sentido del humor, la autora examina numerosos temas, como la puntualidad, la lectura, los idiomas, la familia, las relaciones amorosas y muchos otros, sin duda muy bien escogidos. Sorprende la carga de profundidad y la inteligencia con la que están compuestos los gags.
El cómic lo disfrutarán especialmente los más maduros –aquellos que estudiaron en los años 80–, los que tengan hijos, o nietos, y los que estudien actualmente en el instituto. En resumen, llega a prácticamente todos los lectores, que pueden acabar riéndose a carcajadas (no es exagerado).
No idealiza el pasado, pues constata por ejemplo que a los jóvenes siempre les ha costado por norma general enfrentarse a los libros obligatorios del colegio. Pero viene a criticar (o al menos constatar) que ahora se les exige muchísimo menos en este campo.

En suma, una obra muy amena, que se lee de un pequeño tirón, y con mucho más interés de lo que parece, que seguro que da lugar a apasionantes conversaciones entre quienes se sientan identificados.