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"Juan Carlos I: El hombre que pudo reinar", de Fernando Ónega

"Nos vamos, ¿no?» Se lo preguntó dos veces, como si necesitara reafirmar el permiso para marcharse. Su hijo hizo un gesto de asentimiento. Y él giró su cuerpo maltrecho, castigado por los años, dolido a causa de los accidentes, la cadera tantas veces rota y las 'visitas al taller', y entró en la penumbra del palacio, que era la penumbra de la historia".
 
Hace poco más de un año, Fernando Ónega publicaba "Puedo prometer y prometo", interesante volumen que exploraba la figura de Adolfo Suárez, con quien colaboró escribiendo destacados discursos de su periplo histórico. Se adelantó por unos meses al unánime reconocimiento que el político abulense recibió poco después, cuando falleció.
Ahora, el conocidísimo periodista sorprende con "Juan Carlos I: El hombre que pudo reinar", centrado en la figura del anterior rey de España. El libro tiene gran interés, sobre todo porque recoge testimonios personales bastante ilustrativos del propio estadista.
Plaza & Janés publica "El hombre que pudo reinar", en edición de 360 páginas, en tapa dura con sobrecubierta, que sale a la venta al precio de 18,90€. También está disponible en en edición electrónica por 11,39€.
Sinopsis de "El hombre que pudo reinar", la abdicación en primera persona
Primero explica el autor que fue el propio Mariano Rajoy quien le dio la idea involuntariamente para escribir el volumen, al recordar –contestando a la pregunta de una periodista– únicamente méritos de Juan Carlos I de la primera época de su reinado, desdeñando los años subsiguientes y el momento actual, cuando diversos escándalos parece que han oscurecido, para muchos por completo, la figura del monarca.
Posteriormente, Ónega realiza una crónica de la abdicación, y revela que actualmente, el hombre que guió a España durante la Transición se siente solo, como lo ha estado a lo largo de su vida. A partir de ahí, rememora la infancia del protagonista, se detiene en los días en los que fue designado sucesor de Franco, y analiza especialmente el 23F, aportando informaciones quizás no rompedoras, pero sí valiosas.
Crítica de "El hombre que pudo reinar", testimonio fiable
A Fernando Ónega quizás no se les espera, pero a diferencia de lo que ocurría con Fernando Armada durante el 23 F, es bienvenido, y se podría decir que tiene 'el don de la oportunidad'. Su nuevo trabajo aparece justo en los días en los que se ha intensificado las críticas hacia la Transición. El autor de estas líneas se disponía a coger el tomo del periodista cuando justo antes leyó en prensa a un nuevo líder político de los que vienen pisando fuerte denunciando una conspiración del 'régimen del 78' contra él.
Por supuesto, se trata de opiniones legítimas, así como lo es revisar todo lo que se hizo durante la elaboración de la actual Constitución si se considera que algo se ha quedado desfasado o se puede modificar, pero a veces se tiene la sensación de que se manifiesta cierto desconocimiento, cuando no rencor y hostilidad.
Así las cosas, conviene una lectura pausada de esta obra que repasa quizás asuntos que los más maduros conocemos sobradamente, pero que se deben tener hoy en día bastante presentes. Criticarán negativamente este libro por su cercanía en lugar de tomárselo como lo que es, un testimonio fiable. Ciertamente, su tono es amable (en consonancia con el espíritu del consenso, ya perdido); como en el caso de su ensayo en torno a Suárez, cuando Ónega habla de D. Juan Carlos se nota que se trata de un viejo conocido, o más bien un amigo. Pero no por eso oculta hechos erróneos y criticables, pues no se trata de un libro de propaganda. Más bien existe un intento de entender ciertas cosas. Por poner un ejemplo, cuando se aborda el sentimiento de soledad de D. Juan Carlos, se acude a una psicóloga que intenta relacionarlo con los sucesos de su infancia. Por lo demás, se nota que el autor ha dedicado su vida a la comunicación, pues se expresa con enorme claridad y consigue hacer la totalidad del volumen atractivo para el lector.

Crítica de "Puedo prometer y prometo", de Fernando Ónega


Por su indiscutible importancia en la historia reciente de España la figura de Adolfo Suárez ha sido bastante tratada en diversos libros, entre los que destacan las obras de Manuel Campo Vidal, Abel Hernández, Carmen Laviña, Gregorio Morán. También tiene gran interés el libro "Anatomía de un instante", de Javier Cercas, centrado en el 23-F, aunque acababa siendo un acercamiento al primer presidente de la democracia española, desde un autor que se consideraba a su izquierda y que trata de entender por qué la generación de sus padres venera a este personaje. 
Sin embargo, flota en el aire la sensación de que el político abulense da mucho más de sí, que aún se debe reivindicar más su actividad pública, y de que parece que se está esperando a que le llegue la muerte para rendirle los honores que sin duda merece.
Así las cosas, se recibe con agrado la publicación de "Puedo prometer y prometo. Mis años con Adolfo Suárez", escrito por el periodista Fernando Ónega. El volumen ha sido editado por Plaza & Janés, en edición en tapa dura, de 330 páginas. Sale a la venta al precio de 19,90 euros.
Crítica de "Puedo prometer y prometo. Mis años con Adolfo Suárez", contado desde el corazón
Estamos ante el libro de un estrecho colaborador de Adolfo Suárez, autor de varios de sus discursos más cruciales, entre ellos aquél en el que usaba la expresión "puedo prometer y prometo". Pero pronto queda de manifiesto que más bien se trata de un amigo. Prima el tono elogioso, amable y hasta entrañable, y el autor confiesa que más que una biografía ha pretendido elaborar "un cariño", lo que supone toda una declaración de principios.
En cualquier caso, el autor no renuncia a la descripción realista de Suárez, y casi por arte de magia logra mantener el equilibrio entre la hagiografía sentimental, y el retrato sincero y veraz de lo ocurrido.
Comienza explicando que Adolfo Suárez pasó una serie de pruebas antes de ser elegido por el Rey para dirigir la Transición. Recuerda numerosas anécdotas valiosas, algunas quizás más conocidas (por ejemplo cuando se topó con una manifestación en Ferrol y logró que se disolvieran no se sabe cómo) y otras menos sabidas o casi inéditas (la periodista Esther Esteban le pregunta cómo consigue mantener el traje planchado y él responde que ha llevado consigo seis). 
También recopila numerosos testimonios sobre el personaje de gran interés, entre ellos los del Rey Juan Carlos I. Acaba con una interesante crónica de los contactos de Adolfo Suárez con la banda terrorista ETA, que se mostró más sangrienta que nunca durante su mandato. Al parecer, sólo lo hizo para garantizar la paz durante el proceso electoral de 1977.
Lealtad al rey
Fernando Ónega hace gala de haber conocido muy a fondo al personaje, pero se muestra bastante franco y no esconde sus puntos débiles y los aspectos más criticados de su carrera. Aprovecha para hacer frente a estas acusaciones con bastante inteligencia. Por ejemplo, recuerda aquellas declaraciones de su sucesor, Leopoldo Calvo-Sotelo, en las que contaba que no había encontrado libros en La Moncloa, rebate la convicción generalizada de que Suárez no leía, y recuerda que en lugar de dedicarse a los libros, ejercía como presidente las 24 horas del día.
Dos son quizás las aportaciones más interesantes de "Puedo prometer y prometo" frente a otras biografías y textos centrados en Adolfo Suárez. En primer lugar, Fernando Ónega explica muy bien su complejo de culpa, tras haber primado durante muchos años su carrera política por encima de su familia, y su dedicación plena a partir de un determinado momento a los suyos. El otro punto clave es que subraya bastante bien su absoluta lealtad al rey, y el hecho de que supeditara todas sus maniobras políticas a los intereses de la Corona.