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"Las buenas intenciones", de Amity Gaige

"Hay muchísimas cosas que quiero decirte, lo cual bien podría explicar el entusiasmo de este documento, a pesar de lo que cabría llamar la triste historia que cuenta".

Aunque se trata de una práctica desconocida para el común de los lectores, Amity Gaige ya había publicado dos novelas, "O My Darling", de 2005, y "The Folded World", de 2007. En ambos casos obtuvo reseñas elogiosas y algún galardón menor.

Sin embargo, se ha consagrado por completo con "Las buenas intenciones", que ha merecido el respaldo casi unánime por parte de la crítica estadounidense. Se ha inspirado parcialmente, al menos para la figura del protagonista, en Christian Gerharstsreiter, alemán que tuvo mucho eco en los medios cuando se descubrió que se había hecho pasar por un miembro de la familia Rockefeller, y había asesinado a su casero. 

"Las buenas intenciones" ha sido publicadada en España por Salamandra, en edición en rústica de 282 páginas, que sale a la venta al precio de 17,10€. 

Sinopsis de "Las buenas intenciones", el padre secuestrador
Desde su encierro en una prisión, Eric escribe una misiva a Laura, su ex mujer. Tratará de explicar qué le llevo a cometer el delito por el que cumple condena, el secuestró de Meadow, su pequeña de seis años, cuando ambos batallaban por su custodia durante el divorcio, para llevársela de viaje a recorrer los lagos de Vermont.

Para explicar la situación, Eric se retrotrae a su infancia, cuando abandonó Berlín Oriental con su progenitor, alejándose de su madre. Finalmente emigra a Boston, donde adopta una nueva identidad. A pesar de sus mentiras, y de que ocultó datos, Eric se ve a sí mismo como un modelo de padre, al que le pierde que ha sido capaz de transgredir las normas para estar junto a su hija.
Reseña de "Las buenas intenciones", ha nacido una autora

Amity Gaige demuestra tener voz propia a través de un estilo tan sobrio como realista que algunos críticos se han apresurado en comparar con el de Vladimir Nabokov. A pesar de que este tipo de clasificaciones le hacen un flaco favor a los autores, lo cierto es que la aludida tiene algo del autor de "Lolita", historia a la que "Las buenas intenciones" se asimila salvo porque no existe una relación sexual entre el adulto y la niña, que aquí es su hija.

Estamos ante un libro sobre la contradicción de una sociedad en apariencia permisiva de forma exagerada, pero que reprime con dureza a quienes se han saltado las normas. Se denuncia la falta de valores del mundo contemporáneo, lo que da lugar a consecuencias que el individuo no puede explicar. Según la autora, hoy en día se tiene la sensación de que todo vale, o así lo parece, siempre y cuando se tengan objetivos loables y positivos. Pero no es cierto, y cuando el individuo se da cuenta de ello puede ser demasiado tarde.

El protagonista intenta autojustificarse a lo largo de las páginas, en las que el lector también tratará de entender su punto de vista, y qué desencadenó sus acciones. Poco a poco, queda de manifiesto que nunca afrontó sus problemas, que su vida ha sido una huida hacia delante, en la que ha dejado atrás todo, lo que le ha llevado a fallarle a las tres mujeres que han sido lo más importante para él en cada una de las etapas de su periplo.

La desorientación vital, las relaciones paternofiliales, el drama de la desestructuración familiar y otros asuntos están muy presentes en una obra de enorme interés. Da que pensar bastante también sobre la búsqueda de la identidad, y la pérdida de las raíces generada por el drama de la emigración.
Habrá que seguir muy de cerca a partir de ahora a Amity Gaige.