El popular director de cine Álex de la Iglesia debutó como novelista en 1997 con "Payasos en la lavadora", en torno a un escritor bilbaíno enloquecido, y sus problemas con las drogas y otros asuntos. En ella hacía gala de un humor salvaje, numerosas alusiones a la cultura popular, y constantes críticas a la sociedad contemporánea.
17 años después, el director de "El día de la bestia" publica su segundo libro de ficción, "Recuérdame que te odie", muy en la línea del anterior, hasta el punto de que el protagonista de aquél (el paranoico Satrústegui) regresa en esta ocasión como secundario, sobre todo en la segunda parte.
La editorial Planeta edita "Recuérdame que te odie" en edición en tapa blanda, de 236 páginas, que sale a la venta al precio de 19 €.
Sinopsis de "Recuérdame que te odie", el dibujante desaparecido
Rubén Ondarra, peculiar editor traumatizado tras ser abandonado por Montse, el amor de su vida, descubre que un prestigioso dibujante de comics, Bruno Kossovsky, ha desaparecido. La situación es desesperada para Ondarra, pues firmó un contrato con el artista, que debe entregarle su nueva obra cuanto antes.
Cuando le busca en su casa, se entera de que la asistenta ha sido agredida por unos desconocidos, y se encuentra ingresada en el hospital Ramón y Cajal. Tras infiltrarse en este centro, Ondarra consigue que la mujer le confunda con su jefe, y le entregue las llaves de la residencia. Allí, encuentra el ordenador de Kossovsky, donde descubre una carta dedicada a una Montse que puede ser su ex, y una imagen de "Melancolía", un cuadro de Durero que parece que podría ser clave a la hora de encontrar al artista.
Crítica de "Recuérdame que te odie",
Estamos en el típico caso en el que la popularidad del autor puede jugar en su contra, pues el lector posiblemente tenga ideas preconcebidas de lo que Álex de la Iglesia pueda ofrecer, lo que le impediría disfrutar de la novela como si estuviera escrita por un desconocido. Sería un error no leer el volumen sin prejuicios, con la mente abierta ante lo que el texto pueda ofrecer.
Escrita en primera persona (como la novela anterior), por un personaje perturbado que trata de resolver un misterio, y con numerosos golpes de humor, resulta inevitable la comparación con "El misterio de la cripta embrujada", de Eduardo Mendoza, y sus posteriores continuaciones protagonizadas por el detective sin nombre (casualmente el segundo apellido del ex presidente de la Academia de Cine es Mendoza).
Sin embargo, su estilo resulta significativamente distinto, pues recurre mucho más al humor negro, mientras que sus referencias tiran hacia la serie B y la cultura underground, geek y pop. En sus frases disparatadas también es posible encontrar influencias de Tono, Miguel Mihura o Enrique Jardiel Poncela, pero adaptadas a la modernidad.
Lleno de momentos brillantes, como el protagonista agarrándose a la efigie de Ramón y Cajal, o el último tramo, más surrealista y lleno de acción, "Recuérdame que te odie" emparenta con títulos cinematográficos del cineasta como "Balada triste de trompeta". Además, resulta más redonda y madura que la ópera prima literaria de De la Iglesia en sus reflexiones sobre los numerosos sinsentidos de la sociedad contemporánea. En resumen, un libro bien llevado y sorprendente que no decepciona.
