Reseña de "Flores sobre el infierno", de Ilaria Tuti

"Las leyendas, sin embargo, solo son adecuadas para los niños y los ancianos melancólicos, para corazones demasiado tiernos. Agnes Braun lo sabía bien: la Escuela llevaba siendo su casa demasiado tiempo para dejarse impresionar con un gorgoteo nocturno. Conocía el crujido de cada tablón, de cada cañería oxidada que corría por los intersticios de las paredes, aunque la mayor parte de las plantas permanecían ahora cerradas y las puertas de las habitaciones, atrancadas con listones de madera y clavos".

No le ha podido ir mejor en su debut a la italiana Ilaria Tutti, pues ha vendido cien mil copias en su país, pero también ha arrasado en otros países europeos. Se le compara con autores consagrados como Joel Dicker, o Luca D'Andrea. Si bien todavía es pronto para adivinar si tendrá una trayectoria tan redonda como la de los citados, lo cierto es que su ópera prima ha puesto de acuerdo a críticos y lectores.

Alfaguara publica en España "Flores sobre el infierno", en edición en tapa blanda con solapa, de 352 páginas, que sale a la venta al precio de 19,90€. También está disponible en edición para descargar para Kindle, por 9,99€.

Sinopsis de "Flores sobre el infierno", la comisaria Battaglia



El cadáver de un hombre desnudo aparece entre la nieve, en el bosque junto a Travenî, una tranquila aldea del norte de Italia, junto a los Alpes. Tiene el rostro destrozado y los ojos arrancados. Se desplaza al lugar para investigar el caso la comisaria Teresa Battaglia, que intuye que puede ser el primero de una serie de asesinatos, por el ritual seguido por el autor del crimen. 

Se une a su equipo Massimo Marini, un novato inspector desplazado desde la capital, aunque la relación con Battaglia no empieza con buen pie.

Mucho antes, en 1978, diversas enfermeras cuidan a bebés en La escuela, una institución situada en Austria, cerca de la frontera con Italia.


Reseña de "Flores sobre el infierno", de Ilaria Tuti, tensión con ritmo sosegado

Como otros tantos escritores, utiliza el género negro como excusa para retratar el comportamiento humano, en concreto de los huraños habitantes de un lugar gélido, de carácter condicionado por el clima, que forman una comunidad hermética. Pero Ilaria Tuti sorprende por un estilo fresco, inusual en un género sobreexplotado. 



Llaman la atención en primer lugar sus descripciones de estilo pictórico, que se toman su tiempo, sobre todo a la hora de ambientar las escenas que transcurren en plena naturaleza. Aquí no se busca un ritmo frenético, sino que la historia está cocinada a fuego lento, lo que se agradece. 

Pero también resultan convincentes sus personajes. Acierta sobre todo en la creación de la protagonista, Teresa Battaglia, comisaria muy distinta a las típicas heroínas de la literatura negra. No estamos ante la típica treintañera, sino que se trata de una sexagenaria, con problemas de salud (pues es diábética) y de soledad, y de carácter gruñón, pero de enorme humanidad. Ojalá la aproveche para dar pie a una saga. Sus diálogos resultan muy ingeniosos, por ejemplo cuando discute con Marini. Este último y el resto de secundarios están descritos más superficialmente, pero todo apunta a que se profundizará en algunos de ellos en posteriores entregas.

De estilo directo, se lee con facilidad. Recurre a un narrador omnisciente, que alterna las dos subtramas, dosificando al lector las respuestas a los interrogantes planteados. Los detalles acaban estando bien hilados, y cuenta con un desenlace bastante convincente. Además, reflexiona sobre las relaciones materno-filiales, tema que da pie a algunos de los fragmentos más emotivos del volumen.

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